*Narra Jesús*
No se que me estaba pasando con Reyes, lo único que sabía es que nunca, pero nunca nunca había sentido esto. No se exactamente lo que sentía. Yo creía que la odiaba pero ya me he dado cuenta de que no es precisamente odio. Tampoco digo amor, pero algo raro si era.
No quería demostrarle nada aún, porque primero me tengo que aclarar lo que siento. Pero es tan conplicado para mi controlarme cuando ella está cerca que no se que hacer. No se lo quiero contar a nadie porque no tengo a nadie de mi entera confianza. Quizás mi hermano, pero si se lo cuento se va a empezar a reír de mi ya que según él enamorarse es de tontos. Bueno todavía no sabía si era enamoramiento o no, pero lo que tenía bastante claro es que sentía algo más que un simple odio. Odio que ni siquiera existía, sólo era una pequeña barrera para que ella no se diera cuenta de lo que verdaderamente sentía por ella.
Salí de clases y el pasillo ya esta vacío. Comencé a caminat en dirección a mi casillero para dejar mis libros. "Creo que con esto de esta pensando en la ojioscuro se me pasó el tiempo volando" pensé. Seguí caminando por los pasillos ya solitarios, hasta que mi una figura humana en un casillero. Era ella, si la misma de la que eataba hablando antes. La ojioscura, la rubicasta (como la llama Alba) o más bien conocida como Reyes Rodriguez. Era ella sin duda, ¿pero que hacia en la escuela tan tarde?
Me acerqué lentamente a donde ella estaba. Estaba tan sumamente metida en sus cosas que ni se dio cuenta de mi presencia.
-¿Que haces aquí tan solita?- le susurré al odio.
Ella pegó un pequeño salta, lo que me indicó que se asustó.
-Joder Jesús, ¿tu quieres que me de un infarto?- preguntó dándose la vuelta (quedando a pocos centrimetros de mi) y poniendo la mano en su pecho.
-Pues no estaría tan mal, jajaja- dije acercandome más a ella.
Y de un momento a otro estampé mis labios contra los de ella.
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Ellos. {Gemeliers} TERMINADO
FanfictionSegún ellas, los gemelos Oviedo eran realmente odiosos, manipuladores y gilipollas. Eran los niños de papá y mamá; mimados, consentidos y, a ojos de sus progenitores, totalmente inocentes. Lo que, obsolutamente, no era cierto. Todo cambiaria con el...