Capítulo 21: ¡No quiero ver tu cara más!

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Más tarde, las dos tumbadas en la cama, abrazadas, Ana gimoteaba palabras sin sentido mientras hundía su cabeza en el hombro de Miriam acariciando su piel con la mejilla. De repente, el teléfono de la morena empezó a sonar. La rubia lo cogió.

-Es tu hermano-le enseñó la pantalla-Efren...

-¡Hija de la gran puta! ¡Estas loca!-Ana apartó el teléfono un poco de la oreja ya que los chillidos de Efren la estaban dejando sorda-¿Como coño has ido sin avisarmelo antes? ¿Sabes la locura que acabas de cometer? Tienes que hacer las cosas pensandolas...-Miriam reía por lo bajo escuchando a su hermano tan alterado.

-¿Has acabado? Que sepas que Miriam se esta riendo de tí-sonrio.

-No tiene ninguna gracia. Ahora en serio, ¿te das cuenta de lo que has hecho?

-Tampoco es para tanto, antes de venir lo hablé con mi padre y supe que era la mejor idea que podría haber tenido. Me estaba matando vivir sin Miri-le sonrió-No era feliz en ese lugar, ya no pertenezco allí, mi lugar es donde esté tu hermana.

-Muy bonito todo Anita, ¿y nosotros? ¿tus amigos y tu familia que? ¿No somos tu lugar?

-Efren, sois lo mejor que tengo en mi vida pero entiendeme.

-Te has ido sin despedirte.

-Nos podemos visitar mutuamente, ahora tengo coche.

-¿Estas segura de lo que has hecho?

-Nunca he estado tan segura en mi vida-besó a Miriam apasionadamente, olvidandose por un momento de que estaba hablando con él por teléfono.

-Por favor, no hagais eso cuando estoy presente.

-¿Quieres algo más Efren? Estoy a punto de hacer cosas que no querrias saber a tu hermana pequeña...

Efren colgó el teléfono rapidamente haciendolas reir a las novias. La morena tambien colgó el teléfono y abrazó a su chica empezando con otra ronda de sexo.

A la noche, Ana decidió volver a casa ya que todavía le quedaban cosas para traer. Habían decidio compartir piso con Miriam hasta que consiguiera un trababajo y dinero para pagar otro piso. Cuando dejó el coche delante de su casa, se encontró con alguien que esperaba no verse en la vida.

-¡Ana, espera!-gritó Jadel corriendo detras de ella-¡Escúchame!

-¿Que coño quieres?

-Pensaba que te habías ido a vivir con Miriam.

-No te atrevas a mencionarla.

-Se que ahora me odias.

-Creeme, si fuera por mí ya estaban en la carcel.

-No es buena para tí.

-No eres tan hijo de puta como para intentar hablar conmigo de eso.

-Sabes que es cierto, no es suficiente para ti, y tú nunca seras suficiente para ella. Te cansaras de ella y a ella se le pasara la fijacion por la "pobre chica" que tiene contigo y se casara con un banquero o algo así. No creo que seas tan idiota de como para pensar que esto va para largo.

-¿Y que? ¿Que quieres decirme que tú y yo funcionabamos mejor?

-Es la verdad. Estabamos igual de jodidos los dos, eramos tal para cual. Se que no quieres creerme y se que te gustaría partirme el cuello por meterme con tu chica, pero en ese oscuro corazoncito tuyo sabes que lo que estoy diciendo es verdad. En el fondo sabes que no funcionará, solo es cuestión de tiempo que ella se canse de avergonzarse de que la vean contigo.

El Botón de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora