La mañana llegó, JungKook había madrugado mas de lo normal, claro estaba que su ansiedad por ver a YoonGi eran en extremo, limpio la casa - mas bien repaso sobre lo limpio-, hizo un buen desayuno, aunque practico los doce días para que le saliera a la perfección la receta de pan casero y este no le terminara quedando con sabor a harina y hecho un mazacote, lo bueno de todo esto es que su pan casero llego a buen puerto, y se quedó sentado en el sofá de la sala esperando a que YoonGi llegará a casa, a que su novio volviera a sus brazos. Pasado unos pocos minutos, volvió hacia la cocina, observo atento la mesa en donde se encontraba la loza lista para el desayuno, repasando una y otra vez si estaba todo en perfecto estado y si la presentación era la adecuada, pues Jeon quería darle una linda sorpresa a YoonGi, y supuestamente su novio cuando hablaron por la noche le afirmo que estaría en la casa para el desayuno y que por favor lo esperara con este listo, y eso es lo que hizo Jeon. El menor tenia ya todo listo, el zumo de naranja, los granos de café ya estaban en la cafetera listos para comenzar a procesarlos, y el pan casero aun estaba tibio.
El reloj marcaba las nueve de la mañana, a Jeon le pareció extraño que YoonGi no haya mandado mensaje de que ya estaba en camino, o que se había retrasado, aunque sabiéndolo bien, en un avión no se permiten mensajes, así que en su mente llegó a la conclusión de que el vuelo se había retrasado un poco más. Pero la ansiedad seguía jugandole en contra, llamo varias veces al celular de SeokJin, pensando que el mayor podría saber algo, pero todas las llamadas fueron enviadas al correo de voz.
—¡Mierda! —Exclamó Jeon para sus adentros, caminando de un lado a otro en la sala.
El desayuno ya no importaba, no interesaba absolutamente nada, tenía un presentimiento, el sabía que algo estaba pasando.
Y entre su caminata desesperada el timbre comenzó a sonar, a lo que tiró el celular al sillón y se fue corriendo a atender, no importaba que estuviera con fachas lo bastante tétricas por así decirle, el solo necesitaba ver del otro lado de la puerta a YoonGi, no necesitaba mas nada.
—¿Jin? —La sonrisa de Jeon se borro por completo al ver que del otro lado de la puerta se encontraba SeokJin con una cara de preocupación, como si algo muy malo hubiese sucedido y su mundo parece caer por completo, porque en su mente solo pudo ver que a YoonGi le haya pasado algo malo, muy malo.
—Jeon necesito que vengas conmigo urgentemente. —Musito seriamente el mayor.
—¿Paso algo Jin? Por el amor de Dios no me asustes. —El rostro de Jeon palideció.
—Por favor JungKook no preguntes, solo ven conmigo ahora. —SeokJin se dio la vuelta y se dirigió hacía su coche.
El menor tomó rápidamente su celular y y una chaqueta y cerro la puerta de su casa, sin chequear si esta había quedado correctamente cerrada.
—Es una mala idea. —Murmuro SeokJin mientras hablaba por teléfono y cuando vio a Jeon simplemente se despidió y corto la llamada.
—¿Quién era?
—Nadie, ¿estas listo?
—Si.
—Bien, sube.
Ambos jóvenes se subieron al coche, en el trayecto JungKook se encargó de atosigar al mayor con preguntas y este solo se encargó de evadirlas a la perfección, aunque por poco falla en su plan de no abrir la boca, es que para SeokJin se le era difícil mantener su pico cerrado y mas si tenia a JungKook precionandolo, trato de conducir lo mas rápido posible, evitando cual semáforo que pudiera conocer en el camino hasta su destino.
—Llegamos. —Dijo SeokJin bajando del auto.
—¿Qué carajos hacemos aquí Jin? —Pregunto Jeon al bajar y ver el anfiteatro en donde el se presentaba a cantar cuando era joven.
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douze roses ;; yoonkook
Fanfictiondonde yoongi se tiene que ir por doce días al extranjero, dejándole un encargo a su mejor amigo.