Actuaba completamente diferente y sus facciones eran un poco menos delicadas.
-Vivo aquí ahora, no creí que fuera un problema- la actitud del peliazul lo había molestado, y dejó que se mostrará en su voz.
-Tienes razón, sólo que nadie más entra aquí que yo. No sé si te diste cuenta, pero esta es la cocina, y también algo como mi jardín botánico- Por primera vez desde que entró ahí le prestó atención a el lugar en sí y no las pinturas ni el chico.
Era una cocina, eso era verdad. Pero los muebles estaban adornados por plantas, cactus, flores. Estaban por todas partes, todos parecían hacer un camino al gran ventanal que había detrás del chico.
- Solo yo suelo entrar, yo cocino y no me gusta que alguien dañe a mis plantas- el joven se quitó los guantes y se lavó las manos. Parecía cansado, como si no hubiera dormido en días. - Te mostraré tu habitación.
-Am claro - Ya no había rastros de molestia en su voz. Después de todo le quedó claro lo importante que era esa habitación para el chico/chica.
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Te prometo no huir
Roman pour AdolescentsEsta es una historia de amor ¿o tal ves sería mejor decir desamor? Alguien que dejó todo atrás esperando no ver una cara conocida nunca más. Un joven que se enamora de una chica fuera de un bar, y cree reconocerla un año después, el problema es que...