Writer ⇝Yugkook AU!

SIX

El siguiente capítulo es el final~.

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Entre en la tienda haciendo sonar la campanilla sobre la puerta, algunas de las personas dentro centraron su mirada en mi y en especial quien estaba detrás del mostrador con un rostro de aburrimiento segundos atrás, ahora sonreía ampliamente hacía mi, le devolví el gesto y me acerqué a él enseñándole una pequeña bolsa que contenía comida recién preparada, miró el reloj en su muñeca y luego me volvió a ver.

— Creí que no hablabas en serio cuando dijiste que comerías conmigo.— Murmuró Yugyeom una vez que estuvimos solos en el depósito, el cual era donde los empleados tomaban su descanso y almorzaban.

— No tenía nada que hacer y me pareció divertido, además no puedes vivir comiendo sándwiches, ¡Mira lo delgado que estás!— Rió ante mi exclamación.

Últimamente pasaba mucho tiempo con Yugyeom, se podía decir que en poco tiempo nos volvimos cercanos. El empleo de Yugyeom era bastante simple, trabaja en una tienda de música, ayudaba a las personas a encontrar los discos de diferentes artistas, además a Yugyeom le encantaba la música, eso era muy fácil para él y su empleo le gustaba. Puse la comida sobre la mesa pequeña y en un instante Yugyeom comenzó a degustarla.

— Lo siento, no tuve oportunidad de desayunar en la mañana.— Explicó a lo que sonreí rodando los ojos.– Me debes un beso.

Sentí la sangre subir hasta mi rostro y acumularse en mis cachetes, recordé cuando había dicho por primera vez eso. Ya que siempre luego de algún comentario suyo yo repetía esa acción, comenzó a decir que le debería un beso por cada vez que lo haga, y sólo con decírmelo hacia que las cosquillas en el estómago, que sentía en este momento, aumentarán. Empecé a creer que era injusto, me sentía como un idiota cuando él decía algo, o me tomaba de la mano inesperadamente, se suponía que debía ser una persona madura y no comportarme como una colegiala con exceso de hormonas.

— ¿Qué haces?— Pregunté viéndolo fijo, mis manos temblaban como gelatina, estaba inclinado sobre la mesa, a nada de unir su boca con la mía.

— ¿No es obvio...? Reclamo lo que gané.— La naturalidad con la que hablaba era envidiable para mi en aquél instante, jamás había podido creer que el que alguien quisiera besarme me pusiera tan nervioso como ahora.

Algo que estaba comenzando a aprender de mi mismo es que no dejo que las cosas ocurran naturalmente, no puedo salir de mi rutina, estoy en contra de poder darme el lujo de disfrutar por un momento lo que se siente estar vivo. Ahora mismo Kim Yugyeom podía ser la persona que me sacará de la aburrida vida que he llevado por un largo tiempo, lo que debía hacer era arriesgarme y dejar que lo que tenga que pasar que pase...

— Podrías arrepentir...— Y fue ahí cuando sus labios gruesos me callaron abruptamente, acariciando con una increíble delicadeza mi boca.

Sus ojos estaban cerrados, pero los míos abiertos de par en par, congelado, sin poder entender el por que, ¿Porqué mierda no era capaz de corresponder el beso?, mi cerebro parecía no querer obedecer a la débil señal que le enviaba para mover mi boca al dulce ritmo de la suya. Finalmente se separó, abriendo sus ojos lentamente y enfocando mi semblante confundido en su mayor esplendor.

— T-eng-o q-ue ir-me.

Y para cuando menos lo pensé, ya estaba caminando fuera de la tienda, con un andar algo extraño, y Yugyeom siguiendome por detrás, murmurando miles de disculpas.

— Jungkook lo siento, bueno en realidad no, pero no era mi intención incomodarte, lo digo en serio.

Estaba demasiado nervioso, feliz y enojado. Prácticamente no tenía idea de como sentirme conmigo mismo, había rechazado, por decirlo así, a  Yugyeom después de que me besará.

Era un beso que yo estaba esperando, quizás desde nuestra cita, y lo había arruinado, incluso me había ido corriendo de el lugar como un gallina, pero eso no cambiará nada, tarde o temprano vería a Yugyeom, después de todo, vivía enfrente.