Writer ⇝Yugkook AU!

FOUR

Aunque no iba a admitirlo en voz alta frente a nadie. No podía evitar ver el reloj en la pared cada dos segundos. Me sentía inquieto moviendo mis manos y mis pies. Había tenido citas antes, con varios chicos pero esto era diferente, no conocía casi nada sobre Kim Yugyeom ¿Y si decía algo que lo enfureciera? ¿Y qué sí no le gustaba como iba vestido? No quería decepcionarlo, aunque no sabía el por qué. Era ridículo. Solo hacia esto para despejarme y él, posiblemente para conseguir un beso o quizás crea que me acostare con él después de una gran cita.

Solté otro bufido y cambie de posición sobre sofá; quedando acostado boca abajo con la vista en la televisión. Normalmente habría estado tranquilo. Después de todo sólo iríamos a patinar, luego a cenar y de vuelta a casa una vez más, pero había una sensación de hormigueo en mi estómago que no había sentido desde que acabé la secundaria y vivía preocupado por los exámenes y aquellas responsabilidades que cualquier adolescente debe tener.

Prácticamente caí del sofá cuando golpearon la puerta. Corrí a mi cuarto y me di una última vista al espejo.

Nunca se era demasiado elegante para ir a patinar; me dije en mi mente.

— Un momento.— Dije ya a unos pasos de la puerta. Espíe por la rendija para cerciorarme de que sería quien yo esperaba.

Sonreí y luego de suspirar abrí la puerta dando un paso al frente encontrando sus ojos bien abiertos al verme. El color de su cabello había cambiado, se lo había pintado de negro, y ¡Rayos se veía muy bien! Su estilo por otro lado, era completamente negro, bueno casi. Traía una camiseta blanca y no sé por qué, pero me daba la impresión de que estaba muy pegada a su cuerpo. Trate de que no notará a donde estaban puestos mis ojos y rápidamente subí a su rostro otra vez.

— Espero no estar demasiado elegante para la ocasión.— Murmuré dándome la vuelta y cerrando con llave la puerta.

— Sea como sea siempre podrías ser el centro de atención, sólo tienes que sonreír.— Volteé hacía él y lo vi director a los ojos.

De entre todas las personas que podían hacerme un cumplido, él era capaz de hacerme sonrojar hasta las orejas. Ofreció su brazo para que lo tomará. Mordí el interior de mi mejilla con fuerza y reí en voz baja entrelazando mi brazo con el suyo; bajando las escaleras y saliendo del complejo de apartamentos.

***

Reí sonoramente viéndolo sujetarse de la baranda sin tener el control de sus pies. Me acerqué a él con un andar delicado y agraciado sobre el hielo. Patinar era divertido pero resulta que Kim Yugyeom no sabía hacerlo y sus caídas me mataban de risa. Se levantó ayudándose con la baranda y quedándose derecho, al menos un poco.

— Pareces una jirafa bebé aprendiendo a caminar.— Bromeó con las manos en mis caderas.

— No creí que sería tan difícil.— Se quejó cruzándose de brazos y perdiendo el equilibrio. Sus manos se movieron rápidamente hasta la barra y se sujeto antes de caer.

— No debiste invitarme a patinar si no sabes hacerlo, duh.— Sonreí, notando un leve sonrojo en sus mejillas.

— No creí que aceptarías.— Me tomo por sorpresa.

Yo tampoco sabía que aceptaría pero aquí estaba en una pista de patinaje sobre hielo con muchas personas a nuestro alrededor, riendo de como Yugyeom no tenía equilibrio sobre el hielo.

Suspire y rodé los ojos. Lo tomo de la la mano y lo obligue a pararse bien derecho. Pronto tome su otra mano y lo arrastré hasta el medio de la pista. Él me veía confundido y con una sonrisa en los labio. Su andar era gracioso, sus pies se separaban de vez en cuando y otra estaban muy juntos.

— Verte caer es gracioso pero quiero divertirme contigo en esta cita.— Le dije sin pensarlo mucho.

Lo tome de las muñecas y posicione sus manos en mis hombros. Comencé a patinar en reversa volteando siempre mi faz hacía un costado para asegurarme de no chocar con nadie. Sus ojos estaban en mi.

— ¿Estas seguro de que aprenderé a dominar esto?— Sujeto sus brazos. Esperaba que lo que tocaba con mis manos no fueran sus bíceps.