SEVEN « Final »

3.1K 485 68
                                    

— Tienes que calmarte, Jungkook.— Murmuré mientras ponía un poco de shampoo en la palma de mi mano y lo refregue en mi cabello.

Cerré los ojos con la cabeza hacia arriba, tratando de que el líquido no se adentrará en mis ojos, mordía mi labio inferior, ya había comenzado a sangrar un poco pero no tenía intenciones de detenerme, o por lo menos no me daba cuenta de que actuaba de forma patética, es decir, ya habían pasado dos días desde que Kim Yugyeom me besó y me parecía ridículo que sintiera la presión de sus labios aún sobre los míos.
Deje que el agua tibia limpiara rastro de shampoo de mi cabello y en algunas partes de el cuerpo, proseguí a colocar algo de acondicionador también.

Mi mente empezó a divagar sobre diferentes cosas, tenía inspiración para escribir nuevamente, el problema era que sólo podía pensar en él cuando lo hacía, mayormente todo incluía a Yugyeom, y sin evitarlo la respuesta a todas mis incomodidades llegó como un ligero destello, alumbrando mis pensamientos, había tardado en aceptarlo, porque sí, lo sabía, pero algo me impedía verlo con claridad.

Kim Yugyeom me gustaba.

Siempre estaba pensando en que el tipo era un pervertido acosador, estaba juzgándolo inútilmente, sabiendo muy en el fondo que la única razón por la que lo hacía era por el simple hecho de que no quería salir lastimado, ya había sucedido antes con otras personas que resultaban ser importantes para mí, pero aún podía llegar a remediar ese error, lo que menos quería era rechazar a Yugyeom.

Y tan rápido como un rayo, envolví mi cuerpo en una toalla, y corrí fuera del cuarto de baño, casi olvidaba cerrar la llave del agua, no me importó mojar el piso del pasillo o de la sala, no prestaba tanta atención a eso ahora. Las llaves se cayeron de mis manos una vez que llegué a la puerta, las coloque de nuevo en la cerradura y les di dos vueltas para abrirla, me sorprendió de ver a Yugyeom ahí afuera, regaba sus plantas, tranquilamente o al menos hasta que dio conmigo y sus ojos se abrieron de par en par, el regador en sus manos se cayó e hizo un movimiento con los labios como si quisiera decir algo, más sus palabras no se hicieron audibles en aquél momento, por lo que fui el primero en hablar.

— ¡Me gustas!— Solté rápidamente, dejando la timidez de lado.– Quizás me gustas demasiado como para tenerme todo el día pensando en ti.

Se mantuvo en silencio, con una sonrisa pequeña en su faz, me inquietaba el que no respondiera, ya había puesto mis sentimientos al descubiertos y que me rechazará sería algo con lo que todo mi mundo se caería abajo en ese instante.

— Jeon Jungkook...— Hablo por fin pero pronto me aproximé a él y fundí nuestras bocas en su beso, muy esperado y ansiado de mi parte.

Ni siquiera tardó en corresponderme, sus labios actuaron automáticamente ante el contacto impuesto por mi, enrede una de mis manos mojadas en su cuello acariciando con la yema de mis dedos los cortos cabellos de su nuca, el sujetaba mi cintura, acercando nuestros cuerpos, seguía sujetando la toalla alrededor de mi cuerpo con mi mano izquierda.
Sus dientes apretaron mi labio inferior lastimado, haciendo que un quejido saliera de mi boca, tomando ventaja para que su lengua recorriera cada espacio de mi cabidad bucal sin pudor alguno.

Nuestro beso se intensificaba conforme los segundos pasaban, no debía olvidar que había niños en el complejo de apartamentos, por lo que me separé lentamente, quedando unidos por un hilo de saliva que pronto se corto, nuestras respiraciones eran agitadas, sus ojos fijos en mí, queriendo comprender que había sucedido; ¿Porqué tan repentina acción?. Simplemente le sonreí.

— Te desapareces por dos días luego de que te robara un beso, y ahora te reapareces vistiendo sólo con una toalla frente a mi puerta alegando que te gusto, eres atrevido Jungkook, y eso me gusta.— Sonrió arrugando la nariz un poco y vuelvo a prenderme de sus labios, obteniendo una respuesta positiva de su parte.

Su espalda chocó levemente contra su puerta, sujetó con fuerzas mis caderas, convirtiendo el beso en uno desesperado, dirigí una mano hasta el pomo de la puerta de su apartamento, sus pasos me guíaron dentro, deje de sujetar la toalla envuelta en mi cuerpo, no sin antes hacerle un nudo y que no cayera, no antes de tiempo. Sonreí sobre mi boca, tomándome en brazos, enrede mis piernas en su cadera sin dejar de besarle con pasión.

Epílogo

Siete meses después...

Me estiré en la enorme cama, abriendo apenas los ojos, tanteando con mis manos busqué sobre ella una camiseta que pudiera colocarme, hallé una color negra, me la coloqué y me di una mirada en el espejo frotando mis ojos, ahí fue cuando los abrí bien, sonreí al ver el largo de la camiseta, a lo sumo me quedaba tres o cuatro dedos por encima de las rodillas, el había comprado esta camiseta especialmente para que yo la usará, aunque le gustaba usarla también, decía que cuando se sentía agotado en su trabajo sentía el perfume y pensaba en mi. Llegaba a ser jodidamente tierno cuando se lo proponía.

Caminé fuera del cuarto, oyendo un poco de música suave proveniente de la sala.
Llegando a la cocina sentí el aroma de un delicioso desayuno, probablemente no tan delicioso como mis comidas, pero olía bastante bien.
Al estar en el umbral de la puerta, pudo ver a Yugyeom de espaldas, sólo traía puesto un pantalón, dejando su espalda y torso al descubierto, mordí el interior de mi mejilla pensando en la suerte que tenía al saber que ése hombre de ahí era sólo mío.

— Linda vista ¿No crees?— Dijo sin voltear, por su tono de voz ronco supuse que apenas había despertado, se oía completamente sensual para mí, y para cualquiera que pudiera llegar a escucharlo.

— Es muy ardiente, adoro a los que cocinan.— Contesté cubriendo un poco mi sonrisa con mis dedos, apoyando mi codo en la pared.

Volteó a verme un poco, mordió su labio y dejó todo lo que estaba haciendo para caminar hasta mi, subí la mirada para verlo a los ojos, antes odiaba que fuera tan alto, pero con el tiempo entendí que hacia las cosas más interesantes. Una de sus manos me tomo de la cintura, pegándome a él, sonreía complacido por la cercanía entre nosotros y también porque no estaba usando ropa interior debajo, eso le facilitaba el trabajo.

Paso la yema de sus dedo pulgar por el contorno de mis labios, para luego besarme lento, tal y como me encantaba que hiciera en las mañanas.

— Adoro que uses mi ropa, pero te ves mejor sin ella.— Reí un poco y lo abracé por el cuello, tirando de él, devuelta a la habitación...

•'•

Y llegamos al fin de esta hermosa adaptación u.u

Muchas gracias a ElOjeteDeJimin por dejarme adaptar su historia ❤.

Gracias a las personas que apoyaron esta historia <3.

¡Nos leemos en otra historia!

Writer ⇝Yugkook AU!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora