No había más consuelo para Karla y Lucía, que sus propios abrazos. Al igual que cuando eran niñas y temían al monstruo oculto en el armario, o a la bestia que descansaba bajo sus camas, se abrazaban fuerte, acurrucadas una al lado de la otra, buscando sosiego en la posición fetal que adoptaban, recuerdo de una vida mucho más fácil.
Karla no detenía el llanto; sus lágrimas fluían por su rostro hasta caer en la almohada debajo. Lucía, por otro lado, se mantenía con la mirada perdida, escasos movimientos y una expresión de incredulidad inmutable. Lucía abrazaba a Karla por detrás, escuchando sus reclamos al aire, protestando sobre la pérdida de sus amigos; por la manera en que Óscar las dejó.̶ ¡Es injusto! ̶ chillaba, Karla.
Lucía escuchaba, con la mirada fija en algún punto del infinito.
̶ Leonel y Óscar, ellos... ellos eran buenos tipos... ¡Dime algo Lucía!
Pero Lucía callaba, en profundo estado de shock.
̶ No se lo merecían... Tantos tipos malos en el mundo y se tienen que ir mis amigos... ¡Que injusticia, dios!
̶ No es dios ̶ susurró, Lucía ̶ No es élKarla detuvo sus sollozos un momento.
̶ No ese él... ¡Es ese maldito asesino que anda suelto!
Lucía se soltó del abrazo y se volteó boca arriba.
̶ No es un asesino serial ̶ Dijo, con un tono frío y calmado.
Karla secó sus lágrimas con las palmas de sus manos y giró a ver a su hermana.
̶ ¿Qué dices, Lucía?Ella la miró. Karla notó el rostro demacrado en su hermana, pensando en cómo luciría el suyo; seguro nada mejor.
̶ Hablé con Óscar por última vez. Fui la última persona en verlo vivo.
Una lágrima tuvo intención de brotar
̶ Hablamos ̶ agregó ̶ Y me abrazó, y me contó... Eso... Ya lo sabes, Karla.
̶ ¿ De qué estás hablando? ¿Sabes lo que le sucedió?
̶ No fue ningún asesino humano... Fue El Pasajero Nocturno.
Karla tragó forzadamente.
̶ No hables tonterías ̶ dijo ̶ No existe.
̶ Existe ̶ Lucía le dio la espalda a su hermana, volviendo a adoptar una posición fetal ̶ Óscar me lo advirtió. No debí dejarlo solo esa noche... ¡Yo sabía que lo haría!
Lucía estalló en llanto. Karla se acercó despacio hasta ella y la abrazó.
̶ Shh, shh ̶ La consolaba, intentando disimular su propio llanto ̶ No había manera de saberlo. No te culpes.
̶ ¡Yo lo sabía! Me contó lo que pensaba sobre la muerte de Leonel, y todo lo relacionaba a ese ritual. Y lo supe desde ese instante... ¡Supe que él lo jugaría! ... Pero no quería quedarme, no podía...
̶ ¿Qué cosas dices, Lucía? ̶ Karla sonaba angustiada ̶ Tonterías.
Lucía giró y viendo directo a los ojos de su hermana, susurró:
̶ Yo lo sabía, Karla. Pero algo me impidió quedarme, era... era El Pasajero Nocturno ̶ Su voz tembló ̶ Me obligó a irme. Sentí que tenía que marcharme del lugar y dejar a Óscar a solas, para que hiciera el ritual... para complacer a El Pasajero... Para que su alma fuera arrebatada. Era una necesidad...
Karla la abofeteó. Su mano se posó en la mejilla de Lucía de manera tan violenta que le dejó una superficie roja, con el contorno de los dedos dibujados en ella.
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El Pasajero Nocturno
HorrorNo es un juego macabro de aquellos que te dan la sensación de estar muriendo. No es un juego que te llena de temor por los extraños sucesos que ocurren en el proceso. No, no es un juego; es real. Algunos lo llaman "El visitante sin salida" otros lo...