XVI.- FINAL

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Ayer estuve en casa de BaekHyun. Fuimos al cine y comí con él. Luego nos quedamos platicando; no sentí pasar el tiempo, y papá llamó por teléfono. Estaba preocupado, así que volví a casa.

En la calle, ya se había hecho de noche. Llovía. La calle estaba alumbrada con luz de los faroles y de los anuncios de neón, y todo eso se reflejaba en los charcos. Saqué mi walkman de la mochila, me puse los audífonos y apreté la tecla start. Era una canción de Alain Souchon, La pequeña Bill, que dice:

La pequeña Bill está enferma

Necesita dar un paseo

Con alguien que sería su enamorado

Una hora o dos.

Bill, mi Bill, eres como todas las demás,

Cuando brota algo de tus ojos, y cae,

Y no es confeti,

Esa lluvia...

Y no es confeti,

Esa lluvia...

Yo también soy como todo el mundo. Y sentí las lágrimas inundar mis ojos, sin poder hacer nada.

Caminaba. Vi uno de esos carteles de "La droga es pura basura", extendido a todo lo ancho de un muro, y entendí lo que habías querido decir cuando vimos el anuncio en la televisión, JongIn. La droga no es solamente pura basura: es la muerte.

Entonces alcé el rostro, la lluvia golpeó mi cara y le advertí al diablo:

Nunca te daré mi alma!

Un pacto con el diablo ♡ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora