Hey, chico lindo. [TaeMon]

4; Planning.

Cuando ve a unos ojos brillantes ser adornados por un sonrojo ansioso, decide que es tiempo de hablarle.

Ese era su plan, pero el mayor sale corriendo apenas sus miradas chocan, su sonrisa quedando como una promesa para otro día.

Taehyung suspira, tomando en cuenta sus opciones, Namjoon leyendo sus poemas suena a algún tipo de ilusión visual que su pobre corazón se esmera por conservar, más su mente ya se plantea al chico más lindo de la tierra incapaz de corresponder a su sentir.

Tendría que hacer algo rápido.

Una plan, ojos de cachorro y 10 minutos hablando como un niño consentido parecían no dar resultados.

"P-pero... ¡Profesor Sang!" hacía un puchero mientras lo seguía por todo el salón, las miradas de sus compañeros no eran algo de lo que tuviera que preocuparse ahora.

"Kim, la pizarra es para los poemas destacados de la semana, ¿por qué habría dejarte poner una carta de amor? Sólo ve con la chica y grítale que salga contigo" el maestro se había sentado detrás de su escritorio, empezando a leer los poemas que ya habían acabado los alumnos, tratando de ignorar al llamativo pelirrojo delante de él.

"Ya le he dicho que no es una chica profesor Sang, ¡Y no voy a confesarme! Yo tan sólo... quiero saber si son mis poemas los que lee" su tono disminuye, pero el profesor no parece realmente interesado en su vida amorosa.

"Si tanto quieres saberlo podrías preguntarle."

"¡Soy tímido!"

"Siempre te veo rodeado de admiradores"

"¡Aún así!"

Suspira, levantando la mirada para ver el rostro ilusionado de cachorro que está poniendo su alumno, bien, el chico tenía cierto encanto.

"Si tu confesión abarca mucho espacio yo simplemente la quitaré de la pizarra."

El pelirrojo comienza a saltar y a bailar lo que él mismo llama su baile de la victoria dando vueltas por todo el salón.

"¡No más de tres líneas Kim, estás advertido!"

Pero el pelirrojo estaba emocionado, latidos expectantes de una resolución positiva, o de la mínima oportunidad de estar junto a quien hace demasiadas lunas le regresó un pedacito de alma.