Hey, chico lindo. [TaeMon]

6; Soulmates.- jikook side story II.

"¡Jimin hyung!"

Hay mariposas despertando en la boca de su estómago, aleteando todo tipo de emociones escarnecidas que permanecen ocultas a simple vista.

Voltea, algo confuso. Jungkook nunca "hyung" cuando se trata de él (la falta de honoríficos era algo que encontraba adorable, ¿podían culparlo?) pero pensar en el inusual uso de estos le desconcierta. 

"¿Qué pasa?" cuando el menor lo mira con unos ojos brillantes se obliga a concentrarse "¿Estás en problemas?"

"¿Por qué supones que estoy en...?"

"Jimin hyung~" Le escucha imitarle con una voz irritante (irritantemente adorable) y sus mejillas lo traicionan al moldearse en una sonrisa suave, ¿cómo ese chico podía tenerlo en la palma de su mano?

"Tú nunca me muestras respeto, mocoso. Repito ¿hay algún problema?" le distrae de sus pensamientos llenos de ilusión color pastel, por lo que no piensa cuando responde.

"C-claro que lo hay, ¿sígueme?"

Y Park puede preguntar por qué la dubitativa en su respuesta, pero se repite a si mismo que recobre los sentidos, pues cualquier momento con Jeon sería atesorado.

💫-

No había ningún accidente, pero cree que su salud si está en riesgo cuando después de haber tomado la mano del mayor por impulso, ahora simplemente no sabe cómo soltarla.

Quería permanecer así cada instante de su juventud.

Caminan de camino a la terraza, dedos tímidos dudando en entrelazarse con los contrarios, y una emoción inexplicable en el borde de si garganta.

Porque había muchas cosas que no saldrían como las planeaba, porque su amor era más grande que él mismo y lo superaba, llevándolo a cometer locuras, a decir insensateces. ¡Él incluso lo había llamado hyung! ¡A Jimin!

Y siendo que el honoríficos causaba cosquillas en su estómago cuando era dedicado a él, ¿cómo podría evitar dudar su repentino arranque de coraje?

La mano que le sostiene se vuelve rígida un instante. "Hey.. Jeon, ¿por qué me llevas a la azotea?" empieza y cubre su boca con ambas manos "¿Acaso alguien...?"

"Woah, tienes pensamientos muy pesimistas... hyung" ríe bajito, demasiado tenso, demasiado nervioso.

Se había llevado pesado con Jimin desde que lo conocía, ¿y qué si Jimin creía que debía rechazarlo de la misma forma?
No quería sentirse minúsculo, pero más que la ansiedad de saberse pronto a ser rechazado, era el miedo ante la posibilidad de que el rubio lo tomara como un chiste.

Abre la puerta y camina hasta la reja que impide el paso al otro edificio y simplemente se escabulle entre un agujero y salta al otro lado.

Jimin no está muy seguro de por qué es que el castaño sigue llamándolo hyung, pero su curiosidad es más grande que él cuando lo sigue, su amor es más grande también.

Siempre lo había tratado como una broma, pero esperaba que cuando atravesara esa reja el menor no dijera "hey, estoy consciente que volviste a babear por mi, así que termínalo de una vez."

Bien, era poco probable que Jungkook hiciera tanto esfuerzo para algo como eso, pero quería prepararse para lo peor. Su corazón no soportaría otro mes entero de miradas llenas de lástima y un alejamiento forzoso.

Cruza el agujero de la reja (¿y en qué momento la escuela tiene pasajes secretos?) y lo primero que ve es al castaño sentado en el pequeño jardín del techo, manos temblando mientras sostiene una pequeña nube¹ y la acaricia como si tuviera el universo entre sus dedos.

Jimin se siente celoso de sus propios ojos por un segundo, pues ellos pueden sostener la imagen del menor entre sus memorias.

Sonríe, pues el castaño se ve ensimismado mientras repasa con sus yemas las distintas flores que se encuentran a su alrededor, y ve sus ojos hacer un recorrido desde una orquídea hasta sus ojos.

Recuerda por qué llegaron ahí en primer lugar y trata de mantenerse tranquilo. "¿Y bien? Dijiste que había una emergencia"

"Oh... Acerca de eso" baja su voz, como pensando, y ve su brillante sonrisa cuando sus ojos se conectan con singularidad. "¡No he regado las plantas!"

"¿Plantas?" bien, él podría aceptar plantas. Cualquier excusa bastaba.

"¡N-no te rías! Lo... Haces más difícil."

El rubio sigue riendo, pero su risa se torna tensa un segundo. "¿Hago qué cosa más difícil?"

Jungkook espera a que Jimin deje de reír. Toma aire y se acerca hasta quedar a un paso de distancia.

"Bien" empieza y cierra los ojos. "Hace unos meses que noté que yo te... te gustaba ¿si? Yo en serio te notaba pero mi estúpido corazón pareció reaccionar muy tarde."

Hay un latido de incertidumbre donde el menor considera huir por última vez, ¿habrá dicho demasiado? ¿Aún podría huir? Sin embargo, se obliga a continuar.

"...Y ahora me evitas y quizá es porque sepas que ahora soy yo el que parece estar tras de ti, pero no es como que pueda evitarlo  ¿si? Siempre que me sonríes siento tantas emociones dentro que he llegado a creer que vomitaré.... Yo ni siquiera era consciente de que me atraían los hombres hasta que un día me abrazaste por la espalda y..."

Se muerde la lengua, bajando la cabeza. Bien, ahora sus palabras han sido innecesarias y sus emociones estaban regadas en el ambiente, entregadas con torpeza pero a la persona indicada.

Jimin por su parte, sólo podía temblar. Un choque de pensamientos impidiendo el paso a la racionalidad, ¿jungkook había descubierto qué por su culpa?

Hay una mariposa volando dulce entre las flores, y el reflejo de algún objeto en la lejanía lo trae de vuelta en sí.

Y quiere besar al menor, pero no quiere adelantarse pasos ni asumir que el tiempo era menor a la eternidad de sus corazones.

Así que sólo acaricia su mejilla, y sonríe. Sonríe en forma de perdón, dejando aquellos días lúgubres en el pasado. Sonríe también como una promesa, como correspondencia a su sentir.

Jimin, por el resto de la tarde, sonríe.

Nube; no sé si las conocen, son flores pequeñitas y blancas que usan en los panteones, pero son mis favoritas.