Patience #TFOS2018

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Justo antes de salir de la cocina, entro a quien justo estaba esperando encontrar, jamás creía que tendría que pedir a alguien algún favor así pero no quería que Alejandra se enterará de como había dado con ella o por lo menos no de la boca de otros por aquella razón quería que Marck guardara silencio y poder explicarle la historia, resumidamente claro está, ya que es más que obvio que no quiero perder más tiempo sin verla.

- ¿Andrew?, ¿Qué haces aquí?.

Parecía confundido y lo comprendo, yo también lo estaría si la persona que tuviera en frente fuera aquella misma que una semana atrás fuera a su estudio a ser tatuada y para coronarlo ponerse el nombre de la que se creo yo es su amiga.

- Hola Marck ¿hace cuanto que no nos vemos?. - ¿encerio pregunte eso? Por dios Andrew tú vas empeorando eres un completo estúpido.

- Hace una semana, pero aún no respondes mi pregunta ¿Qué haces aquí? - estaba molesto y no se porque.

- Pues vine al cumpleaños de Alejandra.

- Tu ere el famoso Andrew ¿El primo de Steven?.

- Si soy yo pero....... - no dejo que terminara de explicar me tomo la camisa.

- Señor Andrew, usted no sabia donde estaba Alejandra me podría decir cómo fue que la encontró - era más que obvio que ya sabía que había Sido gracias a la llamada que tuvo el hace una semana - ¿Por que estás aquí? Es la última vez que lo pregunto.

- El tiene razón no se cómo fue que la encontraste. - no tenía tiempo de hablar ahora con el y explicarle así que opte por la mejor opción..... Ignorarlo.

Ok, no creí que se pondría así, tal vez la quiere demás o tal vez..... la quiere de otra manera.

- Mire señor Marck, usted no tienen ningún derecho de tratarme así y mucho menos ponerme una mano encima, así que por favor quite sus manos de mi - querían que fuera malo pues malo seré - que usted y yo no somos iguales. - quite sus manos de mi camisa y la acomode.

- Perfecto aparte de ser un mimado también es un maldito ególatra.

- Mire señor a usted no le importa si yo soy o no un maldito ególatra, así que si me permite necesito ver a mi futura esposa. - entone más fuerte la última frase y pretendo salir de ahí, pero solo pretendo salir por qué me volteo de la silla y me tomo fuente de la camisa de nuevo tanto que me levanto de la silla.

- Tienes agallas, pero a ti quien te asegura que ella quiere ser tu esposa, ya le dijiste a tu primo cómo fue que la encontraste.

- No, pero agradezco que exista gente tan descuidada que cree que las personas no prestan atención a su alrededor.

- Alejate de ella.

- Jamás, tus amenazas no me afectan en lo absoluto, probablemente no pueda pararme pero amigo tengo muchas otras maneras de deshacerme de lo que me estorba. - jamás había amenazado a alguien así, soy egolatra  y muy cruel para hacer negocios pero no al extremo de hacer daño físico a alguien.

- ¿Que pretendes que se vuelva a ir?, ¿que busque otro país que tú madre venga y la humillé?

- oh ¿encerio?, Claro que yo mismo me encargaré de proteger y conservar su integridad como persona yo mismo la cuidare y jamás nadie podrá hacerle algún daño, la amo y daría mi vida por ella si fuera necesario, y no me interesa pasar por encima de cualquier persona para conseguir que ella esté conmigo me entendiste así que si te vas a interponerte  entre nosotros te recomiendo que te atengas a las consecuencias ¿Quedó claro?, Ahora sí me disculpas tengo que ver al amor de mi vida - y así me solté de si agarre y cai de golpe en la silla.