Cap 4.- Ayudame.

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El tiempo ya no estaba detenido, estaba fluyendo junto con ellos dos, parecía que al fin el día volvía a la normalidad y aquella pesadilla se había quedado atrás. Prompto había llevado a Noctis a un parque cercano a su casa, no conocía muchos lugares después de todo y este lo llegó a conocer un día en que fue mandado a comprar un par de clavos a una ferretería cercana, fue entonces que vio aquel parque abandonado pues los juegos rotos y las bancas empolbadas demostraban como ese lugar ya no estaba en uso o al menos nadie venía a darle mantenimiento, un lugar tranquilo en el cual podían  hablar.

— entonces... mm..

Ambos estaban sentados en una banca,cada uno mirando hacia el lado opuesto pues después de aquel momento emotivo se volvían a la realidad siendo un par de chicos que ahora pasaban por un momento embarazoso, después de todo ¿Quién se pone a llorar en brazos de otro chico? ahora prompto moría de vergüenza pero sabía que debía apartar ese pensamiento y enfocarse en lo importante.

—¡NOCTIS!.

El Rubio se encogió de hombros bajando un poco la cabeza a.la vez que el azabache respingaba debido al susto que le había dado el Rubio con ese grito.

—¡y-yo lo siento, no quise gritar! , es sólo que... estoy algo nervioso, sólo escucha, ya no quiero verte morir...

—¿ A que te refieres?..

— a eso...Ya no quiero verte morir, por alguna extraña  razón yo... yo te e visto morir y cada vez que lo haces mi día vuelve a comenzar, es... es algo que no entiendo pero se que debo salvarte.

Llevo su diestra a su pecho lle ganado apretar su ropa mientras miraba de reojo el azabache el cual se recargo contra la banca dando un largo suspiro.

—entonces... ¿No me dejaras morir?

Un suave susurro se escapó de los labios del azabache el cual cerró sus ojos y de nueva cuenta suspiro de una manera pesada, por su parte Prompto miró algo confundido a Noctis el cual sólo se quedó en aquella posición sin decir nada más.

—supongo que no, algo me dice que es el destino el que quiere que te salve así que lo haré.

—idiota...

—¿Eh?

Noctis abrió los ojos y volteo a ver a prompto al cual sólo alcanzó llevando su diestra a los rubios cabellos ajenos dándole una suave caricia antes de apartar su mano y levantarse.

— No es tan fácil, no es algo que puedas entender así que sólo quédate con la tranquilidad de que me diste un nueva esperanza para volver a intentarlo. No puedo arriesgar a alguien más mucho menos meterte en problemas.

Prompto aún atontado por la reciente caricia se levantó de golpe y sostuvo o a noctis por la muñeca llegando apretar con algo de fuerza está.

—¡No te dejaré ir! Yo quiero ayudar , por favor... sólo déjame intentarlo.

Ante tales palabras noctis fruncio el entrecejo y de una mala  manera se soltó del agarre del Rubio apartandose de él.

— ya basta, tú no sabes nada así que regresa a tu hogar, ya ayudaste suficiente.

Tras decir aquello el azabache comenzó a caminar regresando sus pasos por donde habían llegado pero era obvio que prompto no iba a permitir esto.
Se adelantó al azabache y de manera firme se puso delante de él bloqueando por completo el camino del contrario.

—¡hace un momento me pediste que te ayudará! ¡No voy a dejarte Noctis! ¡Yo no voy a dejar mi palabra a medias sólo por qué cambiaste de opinión!

—pues yo ya no quiero tu ayuda, no entenderias nada, no necesitas saber nada de mi, es peligroso estar cerca de mi, apartate y Siéntete bien contigo mismo ya que si me ayudaste aunque sea a recobrar la esperanza, ahora Muévete, tengo algo que resolver.

Estaba siendo rechazado... Por alguna razón aquello le dolió dejando su mente en blanco pero  a pesar de esto no se movió y al contrario coloco sus manos sobre el pecho de Noctis evitando que avanzará a la par que comenzaba a golpear el pecho del azabache,aquellos golpes eran lentos y débiles pero iban acompañados de frustración y dolor del Rubio que iban a la par con sus palabras.

— ¡Idiota!¡Idiota!¡Idiota! No te vayas yo voy a salvarte, voy a estar a tu lado esta vez voy a cumplir mis palabras no me iré no te dejaré que te marches así que por favor detente Ravus.

Ante esa última frase ambos se quedaron quietos, tanto como Noctis y Prompto se.quedaron confundidos ¿Qué había sido todo eso? Noctis permaneció con una mirada neutra tratando de comprender cual era el dolor de Prompto y por qué estaba tan aferrado a él.

—esto No lo haces por mi, dime la verdad, nadie puede ser tan terco cuando te rechazan tantas veces , algo te acosa al grado de tener que enmendarlo conmigo, no soy tonto así que dime que sucede.

Prompto tan sólo mostró preocupación en su rostro y negó con la cabeza antes de separarse del contrario.

— yo.. te diré que pasa, pero sólo si tu también me ayudas... creo que en este puntos yo necesito tu ayuda como tu la mía.

La mirada sincera de prompto  logró que Noctis relajará su expresión, si ese era el destino... tal vez podría aceptarlo, pero por otro lado nunca antes se había topado con alguien tan necio como ese Rubio, vaya dilema... pero por está vez ¿Podia confiar?. Miro a los lados como si esto le fuera a dar una respuesta antes de mirar al Rubio y asentir con la cabeza a lo que el Rubio finalmente pudo sonreír nuevamente, por fin podría saber por qué noctis le.ocultaba tanto su pasado.

— entonces volvamos a sentarnos, tenemos mucho que...

Se quedaron quietos por un momento ntes de escuchar una suave queja del Rubio el cual ya más animado decidió tomar la iniciativa. Apenas el Rubio se había movido para agarrar la muñeca del azabache cuando una bala pasó rozando su mejilla, el frío metal hizo una pequeña laceracion en la piel blanca de prompto el cual sólo detuvo todo movimiento de su cuerpo, fue gracias a su repentina acción que aquella bala había fallado y tan sólo había rosado la piel del Rubio el cual se congeló y sus piernas temblaron ante aquel ataque pero lo más aterrador para él fue lo siguiente que escucho mientras Noctis parecía tener una expresión de preocupación e irá.

—oh... fallé, no importa, no volveré a cometer ese mismo error, después de todo no necesito testigos je.. .

Vine a salvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora