Jaemin estaba aburrido.
El turno de la noche en la tienda de conveniencia no era muy demandado, así que realmente no tenia nada que hacer. Habia revisado los ándeles llenos de productos una y otra vez y comió un poco de ramen picante, había jugueteado con las monedas de la caja registradora y hasta se había dormido. Ahora, se encontraba apoyado de la barra, tamborileando sus dedos contra la madera, faltaban exactamente dos horas para que su turno terminase y ya no encontraba nada mas que hacer.
Suspiro y se dirigió al firogrifico al final de la tienda, allí se hallaba su leche que compro hace unas horas. Esta vez le tenia mucha fe a su selección: Leche de vainilla. Cuando la había visto en la tienda supo de inmediato que esa debía ser su próxima opción, y tal vez, si tenia su suerte, si sus papilas gustativas dejaran de molestarlo, podría olvidarse de la ridícula idea de querer acompañar sus cerezas con los labios de su hyung, Jeno.
Se estremeció levemente al recordar los belfos tan apetecibles de Jeno, se veían tan suaves, con un color rojizo, Jaemin estaba seguro que estos debían ser el cielo mismo, el elixir de la vida, sus cuerpo cosquilleaba, y sentía su boca secarse cada vez que los recordaba, solo quería presionar sus propios labios con los de el y fundirse con el mayor, sentir el calor que este emanaba recorrer y envolver su cuerpo, que este lo tomara en sus brazos y...¡Demonios! otra vez pensando en cosas que no debía, sus mejillas ardían en calor, enrojecidas por sus pensamientos indebidos, diablos, de verdad no tenia remedio.
Deseo haber traído sus cerezas consigo, ya era bastante tarde y deseaba probar sus cerezas junto a su nueva leche saborizada, seria una buena forma de pasar el tiempo. En cuanto se dirigió hacia la barra donde se suponía que debía de estar, la campanilla de la puerta sonó, ah, un cliente, eso al menos lo distraería por un rato, se apoyo de la barra, el cliente se veía joven, y buscaba en la sección de dulces. Espero pacientemente a que este terminara de buscar las cosas de los ándeles y reviso su teléfono.
Mark hyungnnie♡
Donghyuck esta enfermo, le llevare sopa de pollo y algunos medicamentos, ¿Es lo correcto verdad? ¿No me estoy sobrepasando ni nada?
Jaemin sonrió, le causaba ternura esos dos, ambos completamente enamorados el uno del otro pero ambos lo suficientemente tímidos como para no nombrar esa linda relación que tienen.
Si hyung, es lo correcto♡
Respondió simplemente y lo envió, justo cuando elevo su vista se encontró con el los ojos en forma media luna que conocía tan bien, el teléfono se resbalo de sus manos cayendo contra la barra, y eso lo hizo enrojecer, ¡Que hacia Jeno allí!
—¡Nana! No sabia que trabajaras aquí. —Exclamo este dejando los dulces sobre el mostrador. —Es bastante tarde.
—S-si, solo me tocan los turnos nocturnos una vez a la semana, no es la gran cosa. —Explico llevando sus manos temblorosas a los productos del mayor.
—¿Y a que hora termina tu turno? —Pregunto con curiosidad, Jaemin evito su mirada mientras empacaba las cosas.
—En hora y media. —Musito terminando de envolver las cosas, volvió a mirar a Jeno y este de inmediato le sonrió deslumbrante, sintió sus mejillas encenderse. —S-serian diez mil won. —Informo tratando de ocultar el sonrojo de sus mejillas con sus manos, sin darse cuenta de que se veía muy adorable.
Jeno se encontró mirándolo fijamente, Jaemin se sintió muy nervioso bajo su mirada.
—¿P-puedo acompañarte? —Pregunto casi en un susurro. —P-podríamos irnos juntos, después de todo vamos al mismo lugar. —Sonrió.
—B-bueno. —Accedió escondiendo su emoción, porque a pesar de que la presencia del mayor lo pusiera nervioso, amaba pasar tiempo con el.
Ambos se dirigieron al fondo de la tienda, suponiendo a mucha verdad que ningún cliente entraria, Jeno llevaba varias bolsas consigo aparte de las que Jaemin le había entregado. Se sentaron en la pequeña banca de descanso para los trabajadores y hablaron de cualquier cosa realmente, desde porque habían elegido la carrera que estudiaban en la universidad hasta el cómico sonrojo de Mark cada vez que Donghyuck lo llamaba Markie. Jaemin amaba ver a Jeno hablar y sonreír mientras exclama con emoción algunas cosas, la forma en el mayor se expresaba era adorable y Jaemin no podía dejar de verlo, Jeno era muy hermoso.
—¿Leche de vainilla entonces? —Pregunto con una chispa de interés en sus ojos.
Jaemin suspiro, ese chico lo mataría.
—Si. —Afirmo sacando la leche del firogrifico. —Estoy ansioso por probarla con mis cerezas. —Admitió colocando la leche sobre la mesa, Jeno la miro para luego mirarlo a el y sonreír ampliamente.
—¿Que tal si la pruebas ahora? —Ofreció el mayor con mucha emoción, Jaemin le sonrió y negó con la cabeza.
—Me encantaría, pero no traje mis cerezas. —Confeso con pesar, tal vez, si las hubiera traído las compartiría con Jeno, ya que este parecía fan de estas.
—¡Yo me tome la libertad de comprar algunas! —Exclamo con emoción sacando de una de sus bolsas un frasco lleno de cerezas.
Jaemin no se lo espero, Jeno se veía tan emocionado y tímido al mismo tiempo, era adorable, es casi como si se las hubiera comprado a el, su corazón latió aun mas rápido de lo que ya lo hacia, y ese cálido sentimiento de cariño lo invadió una vez mas.
—Bien, las probare. —Musito con timidez.
Abrió el frasco de cerezas y el de leche bajo la mirada curiosa de Jeno, con un leve sonrojo en sus mejillas comió una de las cerezas degustando el sabor y luego aun sin mirar a Jeno tomo un gran trago de la leche de vainilla; Sabia excepcional, el contraste de leve ácido y dulce sabor de las cerezas junto a la cremosidad y lo acaramelado de la leche, era una buena combinación, tal vez, la que tanto había buscando.
—¿Que tal? —Pregunto Jeno con una mirada oscura, fija en sus labios, Jaemin sonrió.
—Sabe muy bien, es dulce, ¿Quieres probar? —Pregunto con suavidad, la mirada de Jeno era tan fija, y no estaba seguro que pasaba por la mente del mayor.
—Claro. —Afirmo.
Observo al mayor tomar una de la cerezas y llevarla a su boca, otra vez, su mirada se fijo en los labios de este, suaves, rellenos siendo humedecidos por el jugo de la cereza luciendo tan apetecibles como de costumbre, se tenso cuando vio como la lengua de Jeno pasaba por su labio inferior para tomar los rastros del jugo de la cereza, dejandoles un brillo que Jaemin suspiro sin poder evitarlo.
—Ahora la leche. —
Sin prevenirlo, Jeno se acerco a el, no se movió ni un centímetro y sintió como la misma lengua que había deseado unos instantes atrás se paseaba por sus propios labios, y allí fue cuando se percato que había quedado con una capa de la cremosa leche sobre sus labios, que Jeno amablemente limpio, con su lengua.
Jeno, sintiéndose un manojo de nervios, mientras en los escazos segundos en los que su hyung lamio sus labios, siendo incapaz de moverse supo de inmediato que la leche de vainilla no era la indicada, y debía seguir buscando.
♥♥♥
Hola de nuevo <3
Gracias por todo el apoyo de verdad, espero que
nadie muera de diabetes con esto jaskjksa
Espero que les haya gustado.
Nos estamos leyendito⭐️
Dani🌸
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cherrys&milk;; jaeno.
Short Story❝一Porque para Jaemin no existía nada mas delicioso que la cereza o tan cremoso como la leche, excepto tal vez, por Jeno.❞ ❥top! ljn ❥bottom!njm ❥mencionamiento de otras parejas. ❥fluff, romance, muy fluff. ❥capítulos cortos [300/500 palabras] ❥actua...