1-4 El plan perfecto

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A Bernardo le quedaba poco tiempo, la comisión que enviaba el Presidente no tardaría en llegar y con ellos se descubriría todo. Perdería no solo su cargo, si no tambien su libertad.
Ya quedaban pocos aleados politicos y su situación se complicaría aún más.
En su cabeza, solo tenía un nombre; Lorenzo. Pero matar a sangre fria o desaparecer al cura de su pueblo justo después de que lo haya denunciado no era opción. Se agudizarían las sospechas en su contra.
Durante horas pensó diferentes estrategias, pero todas en determinado punto tenían fisuras.
Amenazar al padre para que se retracte ante la junta, tampoco serviría de nada, ambos se conocían hace dos décadas y el gobernador sabia que si el sacerdote habia llegado tan lejos, tenia motivos superiores por los cuales seguir avanzando.
Buscaba ideas entre sus hombres, pero el los doblaba en inteligencia y por más que se esforzaran, ningun plan era seguro.
Hasta que en un momento de luz mental ideó el plan perfecto;

En plena noche ingresaron por el hogar con una copia de llaves de Lucía, tres hombres con túnicas largas y rostros cubiertos. Sigilosos siguieron hasta la habitación del padre que dormía profundamente. Al llegar, uno lo asfixió con su propia almohada mientras los otros dos, buscaban papeles que pudiesen comprometer a el Gobernador.
Aún tibio, llevaron el cadáver del sacerdote hacia el pasillo central de la capilla y con una soga, lo colgaron sobre la viga central. Colocaron un banco alto caído, tiraron sobre él una hoja escrita con su puño y letra que decía; "perdona nuestros pecados" y se retiraron por el mismo camino que habian llegado.

Y fue así que en la mañana del Domingo los feligreses se concetraban confundidos porque el padre aún no habia abierto las puertas.
Raimundo, el sacristán, comenzó a preocuparse cuando se hacia la hora de la misa, asi que intentó abrir con su llave, pero estaba trancada por dentro.
Comenzaron a alarmarse, algo podría pasarle, asi que todos los hombres se pusieron deacuerdo y usando su fuerza, comenzaron a tumbar la puerta.
Valieron tres intentos y para el cuarto pudieron entrar.
Bastaron dos pasos para encontrarse con la peor de las imágenes. El padre se habia suicidado en su propio templo!.
Todos quedaron estupefactos, consternados por aquella situación. Las mujeres comenzaron a gritar desesperadas. Entraban y salian impresionadas. Otros lloraban desolados ante el devastador hallazgo.
Lucia caminaba rumbo a la iglesia junto con Bernardo, cuando de lejos vio movimientos extraños, apresuró su paso, sabia que algo habia pasado. Bernardo quedó mas atrás y con una mueca maliciosa se preparó para disfrutar de su magnifica victoria.
A medida que se acercaba, ella veía gente llorar sobre la tierra, asi que comenzó a correr hacia la puerta y cuando entró, vió su ultimo aliento de vida colgado, azul y frio. Sus ojos se inyectaron y olvidandose de todo gritó desplomandose sobre sus pies. Un silencio sepulcral inundó a aquellas personas que se mantenían inmoviles ante tremenda escena.
No todos los dias un sacerdote se suicida ni la mujer mas dura y amante del hombre mas poderoso de la región desnuda su alma en pena delante de un pueblo entero.
Lucía se percató que todos la estaban observando y como pudo se levantó, seco sus lagrimas en vano y ordenó que lo bajen.
Todos habian sido testigos y no cabía duda que aquel hombre de Dios habia tomado la desición fatal, dejando una nota que solo abria a especulaciones sin sentido.
Bernardo se ofreció a pagar los gastos del entierro, actuaba afectado por lo sucedido y necesitaba verse lo mas creíble posible.

Cinco días pasaron y la junta se hizo presente. Sorprendidos investigaron la muerte del cura entre la policía y los pueblerinos, pero todos tenían la misma versión; las ventanas y puertas estaban trancadas por dentro y Lorenzo habia escrito una nota antes de tomar la decisión.
Preguntaron por las irregularidades denunciadas por el sacerdote, pero nadie queria hablar. Incluso aquellos valientes que se animaron a delatarlo en la misiva, negaron rotundamente cualquier acusación; es que ellos sabían que aquella muerte habia sido intencional y colgarlo frente a todos era un claro mensaje.
Los cuatro hombres enviados por el Presidente se dirigieron a la casa de la gobernación para completar su evaluación. Hablaron con Bernardo, quien se mostró sorprendido ante sejemantes acusaciones y se puso a disposición de cualquier intervención .
Hablaron con los sirvientes, quienes (muy a su pesar) corroboraron cada palabra de su patrón. Y pidiern hablar con Benjamín, Catalina y Lucía.
Bernardo se escusó diciendo de que su hijo estaba en la capital por estudios, de que su hermana estaba en crisis hace meses y que su cuñada estaba sumida en una profunda depresión por la pérdida del padre Lorenzo. Pero ellos insistieron e hicieron hincapié en al menos hablar con la Srita. Lucía.
El gobernador no tuvo mas remedio que aceptar y se ofreció ir personalmente a buscarla a su recamara.

Lucía se veía fatal, con Lorenzo se habia ido gran parte de ella, hacia largas noches que no podia conciliar el sueño y pasaba sus dias encerrada en su habitacion sin poder dejar de llorar pensando que podría haber hecho el para quitarse la vida de esa forma.

Bernardo llamó a su puerta, pero nadie contestó, asi que sin permiso (como otras tantas veces) se metió en su alcoba.
La encontro sentada en su cama, mirado hacia el horizonte por la ventana. Parecia no haberse percatado de su presencia, asi que el se acercó aún mas a ella y en un tono firme le pidió que baje.

-Necesito que te arregles, abajo te espera la comisión evaluadora presidencial.-

Sin apartar su mirada, completamente desganada Lucía le preguntó que se suponía que debía decir.

-Tu sabes muy bien que decir, lo dejo en tus manos.

Y acercandose a su oído le dijo;

-Recuerda que tu querido sobrino volverá en una semana, mucho antes de que cualquiera pueda accionar en mi contra. Y en ese tiempo, puede pasar cualquier cosa. Si yo caigo, el cae - le replicó mientras se alejaba.

No pasaron ni veinte minutos de espera que Lucia bajó tal y como lo habia pedido su cuñado. Se la notaba triste y algo abstraída, pero igualmente le preguntaron e indagaron sobre temas puntuales a los que ella contestaba a favor del gobernador.

-Le hago una última pregunta - sentenció el mas tajante del grupo.

-Si, digame.

-Que relción la unía a el padre Lorenzo Orosco? -

Lucia se mostró sorprendida ante la inusual pregunta, pero no vio problema alguno en contestar con la verdad;

- Lo conozco de toda la vida, me une una profunda amistad y un gran respeto-.

-Usted sabía que él fue quién denunció a su cuñado? -

Lucia abrió los ojos, no podía creer lo que le decían. ¿Cómo Lorenzo abría hecho algo asi sin consultarle y luego se suicidaría?. Desencajada volvio a apelar a la verdad;

-No, jamás me comentó nada-

- Y como era la relación entre el difunto y Don Bernardo? -

Lucía por un segundo dudó, le apenaba manchar la memoria de su mas fiel amigo, pero las palabras amenazadoras de la bestia sonaban en su mente.

-Cordial. De hecho Bernardo se hizo cargo de su sepelio. Mi cuñado es un hombre de fe y a el tambien le dolió mucho su pérdida.

Con esto ultimo, terminó por convencer a los evaluadores. No habia mas nombres en la denuncia, salvo el del reciente fallecido y todos en aquel pueblo negaban sus dichos. Así que se marcharon como habían llegado.

Sin la presión de la junta tras sus pasos, Bernardo comenzó a disfrutar su triúnfo. Volvía a ser el hombre mas poderoso de la región y esta vez, hasta la presidencia no iba a parar.

CARMESÍ ... el color de mis lágrimas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora