Epílogo

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*20 años después*

—Bienvenidos a la cumbre numero 1409 de los Dioses, la vigésima desde la creación de la cumbre de los diez Dioses.

La sala se llenó de aplausos de los ángeles y Dioses que serían testigos de la reunión, tal y cómo había sido estipulado por los Dioses supremos.

—Recibamos entonces al décimo Dios, Tyr de la justicia y la victoria.

—Que la victoria de los justos se alce iluminando el cielo con su luz -entro por la décima puerta un hombre alto, fornido, piel morena, cabello largo y negro, ojos de un hermoso color naranja, vestía un traje en color violeta intenso-

—Novena Diosa -continuó la voz sobre la sala-, Temari de los vientos y el desastre.

—El desastre que se alza con vientos sobre el mundo, será quién limpie a la tierra de impurezas, el viento quién guíe su destino -Una mujer de complexión ligera se adentro en la sala, imponente como ninguna, ojos verdes, cabello rubio, vestía un hermoso vestido en color celeste y junto a su mano derecha había un pequeño abanico que tenía la figura majestuosa de ella en un costado-.

—Octavo Dios, Gopi del Amor.

—Vive el amor en el paraíso, vive el amor en el humano, vive el amor en el infierno, que viva pues en todos los aspectos -Un hombre de altura media, cabello largo y rojo, ojos dorados, piel blanca que vestía un traje rojo con detalles en plata sonreía a todos en la sala-

—Séptimo Dios, Shikamaru de la inteligencia y el conocimiento.

—Es la ignorancia el motivo de la destrucción, que sea pues el conocimiento el motivo de la salvación -saludo con un deje un poco flojo mientras trataba de arreglar discretamente su traje verde-

—Sexto Dios, Sai de la verdad y los sentimientos.

—Sed fiel con tus sentimientos y honesto con tu corazón, pues la verdad siempre ha de brillar -dijo tan tranquilo e impasible como siempre, portaba su traje gris-

—Quinta Diosa, Ino de la Naturaleza.

—Que la Naturaleza le de alegría a la vida, tal como da alegría al mundo -recitó la rubia de traje lila-

—Cuarto Dios, líder de los diez, Chouji de la agricultura y el alimento.

—Bendita y fértil sea la tierra en la que se posa la semilla, que jamás falte alimento al mundo.

—Tercer Dios de la mesa y primer semi-Dios en llegar a la cumbre, Arata de la muerte y la destrucción.

—Qué la muerte llegue a su tiempo, y el humano no interfiera, por que de eso vendra la destrucción -respondió Arata con un traje negro por completo-

—Segunda Diosa, Hinata de la pureza y la alegría.

—Que se mantenga el equilibrio entre la luz y la oscuridad, que la alegría ilumine los días que darán paso a la larga vida -Hinata entró a la sala con un hermoso vestido en color blanco con las orillas de un lila muy claro, tenía su cabello corto hasta los hombros y la mirada brillante, desbordante de felicidad-

—Primer Dios, Naruto de la lujuria y la nueva vida.

—Que se una el ser a su opuesto, que se amen y se reproduzcan, no falten hombre y mujer, macho y hembra en el mundo, aquellos destinados a portar la nueva vida -la radiante sonrisa que iluminaba su masculino rostro se vio ampliada al posar su mirada en la de su esposa, hizo a un lado la capa de su traje negro y naranja, caminó hasta su sitio, todos se hicieron una reverencia y tomaron asiento-

Los ángeles y Dioses presentes miraban asombrados a los Dioses deliberar, hablaban de muchos temas, lo que pasaba en el mundo humano, las consecuencias de unas situaciones y de otras, los pedidos mas frecuentes, las mejorías que había aquí y allá, Arata, el Dios de la muerte también aclaraba algunos puntos como el hecho de que las acciones humanas alteraban también el equilibrio en el infierno, que había habido un aumento en las muertes en el infierno a causa de algunos grupos humanos que buscaban meterse en la magia negra, acordaron que debían hablar con Bacis, debía buscar la manera de limitar la magia en los humanos, de preferencia retirarles la magia negra de su poder.

El Pecado De La PurezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora