La última

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Año 2143

Sala de conferencias de la CPEM (Centro de Prevención de la Extinción de la Mujer)

Los hombres más importantes de cada nación —que hoy se reducen únicamente a tres y viven solo en lo que fue el continente americano—, han llegado ya, observan con desdén al cuerpo confinado a una cama de hospital que se encuentra en el centro de la sala; las CH232 (Casi Humana, serie 232 [robots creados en el 2099 para imitar el comportamiento femenino]) preguntan a sus "amos" con su voz robótica y antinatural si desean algo de beber, su apariencia es una imitación perfecta del cuerpo estereotipado y prejuiciado de la mujer de antes: piernas largas y torneadas; labios carnosos y rojos; rubias de cabello liso como una cascada —aunque sin la gracia que estas poseían— y claro como no podía ser de otra forma, ataviadas de minifaldas azules que dejaban poco a la imaginación de los morbosos que las observaban y consideraban solo lo que eran: creaciones solo para satisfacer sus necesidades sexuales.

Nuestra protagonista ha de admitir que su presencia ya no le parecé tan imponente y no puede evitar preguntarse si su visión de todo ha cambiado por la muerte que danza ante sus ojos.

Por su mente pasan todos los acontecimientos de sus treinta y dos años, la mayoría acompañados de ignorancia y solo unos pocos con tintes de melancolía.

La vida ¡ah, la vida! Cosa curiosa e irónica, testigo del inicio de la autodestrucción de la humanidad, aún recuerdo cuando el grupo de científicos del proyecto K.T.R. conformado solo por hombres crearon el virus ¡No cabían en si de su alegría! Solo uno ó dos millones de mujeres dijeron, total si evitaban el nacimiento de esas niñas no se frenaría el mundo; claro no contaban con la expansión del virus, ni con las guerras por trata de mujeres y sobre todo no contaban con el alto índice de lesbianismo que se desarrolló como una rebelión por la ley impuesta de traer un hijo al año (desde los 15 hasta los 49 años). Intentaron revertir el efecto, crear vida artificial, clonación; pero nada fue capaz de reproducirse. Y cuando entendieron la belleza y fuerza del cuerpo femenino para portar una vida, se habían quedado sin sujetos de prueba, las mujeres estaban desapareciendo y ellos estaban desesperados, sus necesidades más primitivas los desviaron de su objetivo, crearon a las claper3, robots humanoides de objeto sexual, luego vinieron las UsoheA, programadas para el oficio domestico, baomubot para el cuidado de los niños que aún se lograron procrear y así el hombre desplazó con máquinas todo lo que la mujer realizaba,  más no lo que era, ninguno de esos cascarones de metal era capaz de entender, de sentir sabor, de dar amor.

Cuando el hombre entró en pánico los gobiernos decidieron unirse, usaron Rusia como base central de experimentos para intentar desarrollar ellos mismo cromosomas X y sustituir los Y, explotaron todos los recursos económicos, quebrantaron cada ley de moralidad en ellos y al final contaminaron todo el lugar con una mezcla irreconocible de decepción, desechos tóxicos, odio y algo de tabaco. Era ya imposible vivil allí.

Lo mismo sucedió con las siguientes bases: China, España, Japón, África, Francia... Todo Inhabitable. Todo inerte.

Se trasladaron a lo que fue América, el ultimo continente descubierto sería también el último en morir.

Talaron el 74.6% de los árboles para crear distintas corporaciones y laboratorios. Mesoamérica fue el principal albergue de rebeldes que culpaban al gobierno por lo ocurrido y que de vez en cuando lanzaban bombas a EE.UU intentando acabar con la vida de los mandatarios del mundo. Luego de un atentado fallido, en un lugar cuyo nombre fue tomado por el olvido, una mujer ya anciana era salvajemente violada por un borracho. Nueve meses después el llanto de una bebé despertó a la ya dormida esperanza y avivó la pasión de la ciencia. Una guerra entre rebeldes y agentes del CPEM se desató, una vez más el poder se impuso ante el deber, el gobierno se apoderó de la criatura y la encerró en una habitación de cristal.

Con una fuente de inspiración nueva muchos científicos se pusieron a trabajar. Volcaron toda su atención en ella y la exprimieron, tomaron todo de ella, la última esperanza de la humanidad.

Ella jamás puso un pie fuera de la habitación, pero creció con algo de conocimiento —todo el que se puede dar a través de dos tubos gigantes y una pared delgada—; su compañía por años fueron hombres y robots que entraban y salían a todas horas, tomando muestras de sangre, aseándole, tocándola; libros que con páginas ya amarillentas e ilustraciones borrosas la guiaban a otros mundos, dónde había más como ella y podía llorar sin que un puñado de doctores acudieran a revisarla y cedarla; un androide que sin falta a la hora del desayuno le llevaba una rosa roja y la dejaba en su cama, brindándole algo de color al intimidante gris que predominaba en su vida, y una pared que al otro lado resguardaba un joven en iguales condiciones que ella, nacidos el mismo día, estaban destinados a conservar la especie. Charlaban por las noches, ella le contaba de las pruebas, él del color verde de las paredes y su puerta. Pero querido lector, ya hemos mencionado que la vida es algo irónica, tanto que raya en lo cruel, la niña nació infertil.

Pero eso no frenó a los doctores, que intentaron ir contra la naturaleza y obligarla a quedar embaraza, cuándo la "fémina" cumplió quince años y su primer ciclo apareció, coordinaron un encuentro con el joven de la habitación de al lado, y si bien cada noche ellos hablaban para tratar de aliviar un poco su ignorancia y soledad, ninguno de los dos supo que hacer al encontrarse de frente y desnudos. Esa noche recibieron una descarga de 200 volteos como castigo.

Un hombre de limpieza le enseño que hacer al chico.

Y así bailaron lunas y rieron soles, el 2140 los abrazó, y laboratorios más grandes fueron levantados, los NUMU vieron su nacimiento, máquinas gigantes hechas con material de plástico que no emitía vibraciones parecidas a un avión pero con funcionalidades múltiples de transporte,  encargados de rastrillar cada zona del planeta en busca de más mujeres. Vientres de metal con núcleo de animales mamíferos fueron diseñados como prototipo de encuvamiento. Los prototipos dieron resultado y una noche de invierno procedieron a hacer el mismo procedimiento con el único vientre humano existente, depositaron un embrión humano modificado con dos cromosomas X y aguardaron, lo nutrieron por medio de un cordón artificial y con la fuerza de mil hombres crearon una incubadora manual para no dar espacio a fallas en el sistema. El feto se desarrollaba sin inconvenientes, pero el séptimo día del séptimo mes falleció, sin motivo aparente, simplemente, de un segundo a otro su corazón dejo de latir.

El gobierno consideró que ya no era justo alimentar las esperanzas del pueblo, emitió un comunicado aclarando la situación de la chica y la muerte de la bebé. Mintió, claro esta.

Una sombra de desolación se sumió en los habitantes de la tierra, los más viejos por años recodaron a las mujeres que conocieron; los más jóvenes crecieron con la promesa de encontrarse con esas criaturas idealizadas, pero todo se derrumbó al escuchar la noticia "Las mujeres son malas, han asesinado nuestro futuro"

Y entonces, el caos se desató...

—¡Las mujeres son escoria! ¡Si no fuera por su ineptitud el hombre estuviera aún más lejos! —gritaban unos.

—No merecen respeto, su única función era procrear niños y ni eso pudieron hacer —aseguraban otros.

Junto con ese período de desesperanza también crecieron más problemas sociales, el consumismo masivo acabó despacio con los pocos recursos que quedaban, los obreros ya no trabajaban y la mentalidad de ellos cambio, limitándolos a lo que creían conocer: un mundo que estaba llegando a su fin porque las mujeres no supieron efectuar su labor.

Llegó un punto en que el hombre puso un ultimátum, las amenazas del gobierno ya no daban efecto, se dedicaban únicamente a vagar de un lugar a otro perdidos en sus pensamientos, cayendo en dudas que ponían en riesgo su cordura.