capitulo 4

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Kyungsoo gritó cuando se dio cuenta que ocho panteras de la
manada que la habían secuestrado originalmente de su época
aparecieron en la suite de Kai.

—¿Cómo te atreves a escapar de nosotros? —su líder Haechan
gruñó cuando lo tiró de la cama, mientras que Kai estaba en
manos de dos de sus secuaces.

Kyungsoo peleó por zafarse cuando kai liberó una mano y la
estrelló contra el hombre que la tenía agarrado. El líder
retrocedió contra la pared, pero volvió a ponerse de pie.
Kai se agachó, listo para saltar sobre ellos.

—No te atrevas a tocarlo.
El líder dirigió a kai una mirada asesina.

—Apártate de esto, panthiras. El nos pertenece.

Kai saltó de la cama con un rugido.

—Al diablo con lo que digas.
Se transformó en pantera y atacó.
Excepto por los dos que lo sostenían, todos los hombres en la
habitación se transformaron en pantera para pelear. Kyungsoo
se encogió ante los gruñidos y rugidos que emitían los animales
cuando se mordían unos a otros en una batalla primitiva.

Aterrorizado de que pudieran herir a Kai, el mordió al hombre a su derecha, luego le dio un pisotón al que estaba a su izquierda. Le dejaron ir, para luego alcanzarle otra vez.

El se apartó de ellos. Las ropas aparecieron instantáneamente en su cuerpo.

—Corre, gatito —dijo kai en su mente—. No podrán
encontrarte entre la multitud.

Lo siguiente que el supo fue que estaba en un compartimiento del baño de mujeres del primer piso.

—¡Maldito seas, kai! —gruñó mientras salía del compartimiento y casi chocó con una mujer vestida con un traje adornado en burdeo y oro que parecía haber abandonado el compartimiento justo antes de el.
La mujer le dio un feroz gruñido que Kyungsoo ignoró mientras se apartaba de ella.
Tenía que regresar al piso superior con algunos refuerzos.
Kai no podría pelear con tantas panteras por su cuenta. Lo
matarían.

Su corazón empezó a latir con fuerza, el salió corriendo del
baño para encontrarse en un cuarto lleno de comerciantes.
Examinó los puestos esperando encontrar a uno de los hermanos de kai.

En vez de eso, su mirada se posó en un puesto de armas
medievales que estaba lleno de todo tipo de armas imaginables.

Kyungsoo se dirigió allá. Examinó las armas. Tenían hachas y
espadas, que eran demasiado pesadas para el. No tenía idea
de cómo blandir hábilmente una, y las dagas lo obligarían a
acercarse demasiado a las panteras.

Pero el hacha doble...

Lo tomó sin dudar, luego cerró los ojos, conjuró una imagen de kai, y rogó que su hechizo funcionara de verdad. Su cabeza dio vueltas cuando el regresó a la habitación en medio de la pelea.

Kyungsoo tomó firmemente el hacha, luego se dio cuenta que
no estaba segura cuál pantera era kai. No lo estuvo hasta que una le atacó. Suponiendo que su
compañero no haría tal cosa, el atacó con el hacha con toda la
fuerza que tenía.

Hizo contacto con el hombro de la bestia. La pantera aulló cuando quedó sin fuerzas.

—¡Kyungsoo! — Kai gruñó en su mente—. ¿Qué estás haciendo?

—Estoy rescatando a mi compañero —dijo el con los dientes apretados, mientras iba tras otra pantera—. Tú no eres kai ¿verdad?

—Estoy detrás de ti.

—Bien —ella giró hacia la pantera que tenía al frente quien había esquivado su primer ataque, pero que fue alcanzado por el segundo.
Antes de que pudiera volver a atacar, Kyungsoo se encontró de
nuevo en el baño, en el compartimiento para minusválidos, esta vez con dos mujeres que estaban tratando de desabrochar el disfraz de una mujer sirena.
Ambas quedaron boquiabiertas cuando miraron su hacha
ensangrentada.

Entrecruza-dos (KAISOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora