II. In their own way

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-Lena -. Musitó Kara con algo de sorpresa en su voz, no esperaba verla allí, después de todo.

-Kara, James Olsen me dijo que estabas enferma y te traje algo de sopa -. Lena entro sin pena alguna, con total confianza, sin ser invitada aún. Kara solo sonrió con un poco de incomodidad, pero no le molestaba. Cerro la puerta detrás de si.

-Te lo agradezco Lena, pero... N-o, no me gusta la sopa -. Aclaro Kara intimidada por la presencia de la CEO. Lena se detuvo a la mitad del camino hacia la cocina de Kara.

-Estas enferma -. Señaló la CEO.

-En realidad no tanto, yo no...

-Te comerás la sopa, estás enferma y debes mejorar. CatCo está en espera de su mejor periodista, así que te comerás la sopa, porque aparte de eso, la he preparado yo misma -. Dijo con autoridad la pelinegra.

-Pero...

-Es una orden Kara, te lo digo porque me preocupas -. Lena se acercó a Kara, tomando su mano suavemente y depositando un ligero apretón. Todo era diferente de esa manera, con Lena todo era diferente y no se estaba comportando a la altura. Lena parecía desvivirse por ella y ella simplemente no le daba la importancia que merecía.

No se esperaba el abrazo efusivo y afectuoso de Lena. Se sintió incómoda e insegura. Probablemente no olía bien, si mal no recordaba, no se duchaba desde hace tres días. Temía que Lena lo notará, pero se aferró más, abrazando su torso con fuerza. Si fuera humana seguramente sería sofocante, pero era una alienígena que se sentía más humana estando con la chica de ojos verdes, así que el agarre le resultaba perfecto. Correspondió el gesto, rodeando firmemente la espalda de Lena con sus largos brazos y apoyando su mejilla en la cabeza pelinegra de Lena, aspirando el dulce aroma de su cabello.

Lena se sentía protegida, amada y en calma, Kara siempre le transmitía eso. La reportera tenía una forma diferente de ver el mundo, misma que le resultaba fascinante, porque jamás encontraría a alguien con sus mismas cualidades y eso la hizo aferrarse más a lo que tenían, no sabía que era y cuánto duraría, pero lucharia por conservarlo. Siempre le gustaba aspirar el aroma de Kara, era una mezcla entre lo silvestre y lo fresco, olía demasiado bien a decir verdad.

-Hueles tan bien -. Murmuró apenas audible, Kara pudo escucharlo. Sus dudas se disiparon, para Lena olía bien.

Jamás un abrazo se había sentido así de bien, no quería soltar a Lena, su calor corporal era como un imán. Sentía la respiración de la pelinegra cerca del cuello, eso hizo que un ligero hormigueo se instalará en todo su cuerpo, le gustaba la sensación.

Escuchar los latidos de su corazón y su respiración, sentir su calor, era algo totalmente diferente a cualquier sensación de adrenalina mientras usaba sus poderes y sabía que indudablemente prefería el estado de calma y paz que le brindaba Lena.

Lena para Kara representaba el hogar y todo lo que tuvo alguna vez y Kara para Lena representaba el hogar que siempre deseó.

-Te he extrañado -. La voz suave de Lena la saco de su ensimismamiento, era como una suave caricia contra su pecho. Su mano viajó al cabello lacio de Lena y se aventuró a acariciarlo con pasirmonia, le gustaba la textura suave de este, podría pasar todo el día jugando con el.

-Yo también lo he hecho -. El agarre de Lena se intensificó cuando dijo eso y decidió bromear sobre ello.

-No me vayas a romper -. Murmuró con diversión al verse encorvada por la presión que ejercía Lena y fingiendo una fatiga que no sentía. La pelinegra sonrió contra su pecho.

-No creas que se me ha olvidado que debes comer tu sopa -. Recordó Lena separándose lentamente de Kara. La kriptoniana rápidamente extraño los brazos de Lena alrededor de su cintura.

A Ideal Of HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora