Confesiones (Spideypool)

Capítulo 7

Capítulo 7

A la mañana siguiente los dos se despertaron algo cansados pero no con nada que no pudieran soportar, de todas formas estaban acostumbrados

-Buenos días – saludó sonriente Wade que lo abrazó meloso como casi todas las mañanas - ¿tienes hambre? Voy a preparar el desayuno

– Buenos días – sonrió remolón mientras era besado

– ¿Cómo estás del golpe de anoche? – le tocó el costado mirando el moratón que le dejó cuando aquel tipo con superfuerza le pegó un puñetazo en esa zona

– Mucho mejor no te preocupes – respondió medio dormido

-Descansa- volvió a besarle esta vez en la frente y se marchó a la cocina donde empezó a hacer su clásico desayuno con cuidado de no hacer mucho ruido para despertar a Peter

– Tenemos que ser tan silenciosos como... como... mierda, no se me ocurre ningún símil ¿ideas?- miró a sus voces

{¿Como los pedos de una chica?}

[Como una reunión de nuestro club de fans]

– Um... – pensó – supongo que me valen pero la última duele

Al poco rato Peter salió de la cama guiado por el delicioso olor matutino del café recién hecho y las tortitas que siempre hacía los domingos Wade

– Buenos días bello durmiente – le sirvió su plato con tortitas que para el criterio de Peter eran las mejores del mundo y hacían los domingos más especiales

– Buenos días – le besó mientras cogía la taza de café que le daba, tomó el primer bocado y como siempre sonrió – ¿cómo te salen siempre tan buenas?

– Secreto familiar de la familia Wilson – sonrió satisfecho por ver esa sonrisa en el castaño – ¿quieres saber cual es el ingrediente secreto?- se acercó cada vez más y más a él como si le fuera a contar un gran secreto- marihuana

En cuanto dijo eso el chico escupió el trozo que tenía haciendo reír a Wade

-Jajajajajajaa que es coña, solo lleva extracto de vainilla ¿de verdad que te lo habías creído?

-De ti no me fio ni un pelo- le miró desconfiado haciendo volver a reír a Wade

– Solo disfruta de ellas – le dio un beso en la frente – por cierto... – se mostró ahora incómodo – ¿todavía iremos a lo de tu tía?

– Claro, solo la saludaremos, comeremos algo y nos iremos. Te prometo que será rápido – le sonrió para intentar calmar ese miedo que intentaba ocultar el mercenario

– De acuerdo – suspiró – pero me debes una gorda

– Lo sé y gracias – le dio un beso en los labios dando un último bocado a su tortita – voy a reparar el lanza redes

– Te preguntaría si te puedo ayudar pero no creo que quieras lo de la última vez

– ¿Cual? ¿Cuando hiciste figuritas de todos los X-men y te dedicaste a destruirlos o cuando hiciste explotar uno de mis cartuchos y dejaste el cuarto pegajoso? – sonrió de lado algo cansado aunque ahora recordando como algo gracioso aquello

– ¿Cual fue la más reciente?

– Las dos sucedieron el mismo día – se rió suavemente mientras se levantaba y le daba un beso en los labios

– Pues me daré una vuelta por ahí y terminaré algunas cuentas pendientes

– En ese caso ten cuidado y no hagas ninguna tontería