La vida, una carcel

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Robert en la foto

A veces son en los peores momentos, donde conocemos a las mejores personas.

-Ya he llegado a casa!!-anunció Robert dejando unas bolsas de plástico encima de la mesa de la cocina.

-Por fin te decidiste a ir al supermercado, esto es un milagro-exagere levantando la voz.

Yo estaba en el sofá buscando información sobre el tema de la noche anterior, ellos no podrían haber sido, ellos me salvaron de morir por desnutrición. 

-Pues siento decirte que estas equivocada nena, he ido a una sexshop y no he podido resistirme ha esto- saco un traje demasiado pequeño color negro-te lo podrás ahora mismo.

-Si muy bonito y todo ¿y la otra parte?-no me pondría eso ni de broma. 

-Jaja, hay nena nena, no hay otra parte, este es el conjunto entero y seguro que te queda estupendo con ese cuerpazo-me ¿alago? Robert.

Vale, si tenemos este tipo de confianza, somos mejores amigos, lo amo demasiado pero nada serio, follamos de vez en cuando pero la amistad nunca se rompe así que no pasa nada. 

-Bueno, y ¿que más has comprado? Porque hay dos bolsas-pregunte viendo lo grande que eran las dos bolsas. Ya se volvió loco.

-Pues mira, en esta también cogí un consolador, para tus momentos de soledad, que se que los tienes-rodé los ojos-unas esposas negras y otras rosas, me encantaron, unas bolas chinas moradas, no se para que sirven pero me gustaron-siguió rebuscando en la bolsa- un masturbador de hombre-y saco una muñeca con el coño abierto.

-Tío das asco, ¿ya te aburriste de las pajas o que?-enserio eso me repugno mucho.

-Oye!! Un poquito de respeto yo también tengo mis momentos de soledad-no tiene remedio-bueno, sigo si me permites-esta vez, se fue a la otra bolsa- dos lubricantes tamaño gigante, así no te los acabas, un traje de azafata sexy y otro de policía para mi, un plug anal de silicona rosa-subió y bajo las cejas mirándome con una sonrisa traviesa.

-¿Porque me miras así?-pregunté mirándole con los ojos entrecerrados.

-Porque te va a encantar nena, también he comprado cuatro cajas de condones durex, con esto tenemos para follar mas de cinco veces al día.

-Pero si a ti no te gusta usar condón-replique 

-Por eso mismo jaja, y como eso también lo he tendió muy en cuenta, compre 4 cajas de pastillas para el día después, me ha costado lo suyo eh, ¡¡ohh!! y mira, también tengo esto-me enseño lo peor que podía ver- una mordaza y una venda para los ojos.

-Ni soñando Robert, puedes irte olvidando.

-Ya se que ahora dices que no, pero cuando estés caliente opinaras lo contrario, te lo digo yo. Y antes de que digas nada voy a terminar de enseñarte el contenido de la bolsa.

Este chico me pone de los nervios.

-Esto es lo ultimo, lencería nueva y provocativa, de color negro, rosa, rojo y azul metálico-las enseño todas a la vez-bueno tal vez esto me venía de regalo con todas estas cosas pero en fin, es nueva y provocativa.

-¿Y eso es una braga o un hilo dental?-pregunte al ver lo fino que era mientras me levantaba del sofá para ver todas las cosas que compro-y así es como tu gastas el dinero, con razón te despiden siempre.

-Eso no tiene sentido-me miro confuso

-Digo que si eres irresponsable con el dinero, también lo seras con el trabajo-le explique mientras cogía el dildo entre mis manos.