Love me like you do • Taehyung.

³

—Hay que dejarlo para el final, tiene de lo más secreto ahí —. Él.

Ella aceptó sin problemas y entraron a un cuarto grandísimo de baño.

Olía pésimo.

—¿Por qué el olor aquí es tan horrible? —. Ella tapándose la nariz.

—Porque aquí se vivió una de las peores masacres de la historia, mataron a todos los invitados de esa fiesta aquí mismo y aunque pasen los años sigue estando la marca de cada muerte—. El dijo para después sacarla por ser tan penetrante el olor.

Llegaron a una biblioteca.

—¿Sabes por qué me interesa tanto esta historia?—. Él le dijo a ella.

—¿Por qué? —.

—Porque el heredero de la corona fue de descendencia asiática, coreana, de mi país y cuando él llegó aquí al mando fue el ataque—. Tae.

—¿Por qué los atacaron?—.

—Porque en esos años había otro gobernante de la parte sur de Transilvania, que no estaba contento con que este lado se dirigiera por un asiático aparte, quería el poder de toda Transilvania en general—. El dijo dándole unos libros de historia que ella leía los títulos y después los guardaba.

—Y al no tenerlos, se llenó de coraje y organizó una tregua falsa con el conde, y en el día de su cumpleaños organizaron un ataque masivo, el más grande y traicionero en la historia de Transilvania—. Tae.

—¿Eres descendiente del Conde?—.

Él se rió tiernamente.
—Algo así—.

—¿Cómo fue el fin del conde, cómo murió? —. Ella interesada.

—Sigueme, te llevaré a su habitación—.

Ella lo siguió y en la puerta el sacó la llave y abrió ambas partes.

No se veía nada, totalmente ni la luz de la luna reflejaba lo que había dentro.

Ella movió su mano para alumbrar con la linterna dentro de ahí.

Pero el detuvo su mano.

—Confía en mí, te haré verlo de nuevo y te traeré de regreso—. El pasó extendiéndole una mano para que entrase, ella dejó la linterna en la mesa de al lado de la entrada.

Tomó su mano y entró, cerró la puerta.

No veía nada. El se paró detrás de ella, tapó sus ojos.

En la obscuridad completa todo era agudo, la silenciosa noche hacía más ruido que nunca de escuchaban las hojas de los arboles secos moverse con el viento, sentía la respiración detrás de ella de Taehyung, sentía su cuerpo y su latir.

—Entraron al castillo a la fuerza, empezaron a matar sin ver a quién, las doncellas gritaban corrían, los caballeros sacaban su espada la blandían y peleaban, los guardias peleaban hasta morir, los conductos empezaron a usarse para esconderse, pero de nada servían ahora, estaban siendo hayados, tomaron a la servidumbre para matarlos en las regaderas junto con los invitados.—

el decía y cada vez más el ruido de los arboles se callaba y se escuchaban más cerca los gritos y cómo se acaba al ser degollado.

—El conde al ver esto se quedó sin saber qué hacer, veía a sus amigos y familia morir uno por uno, era un baño de sangre, hasta que llegaron por él su servidumbre de más confianza y sus guardaespaldas, aparentemente unos 11, lo escoltaron a su habitación, atracaron bien la puerta, todos se colocaron al rededor de el en la habitación afrontando que esa noche morirían, el conde se colocó su corona y se quedó en el centro de la habitación. —.

Destapó sus ojos y lo primero que vio fue a él en el centro de la habitación con una corona de oro, con si antifaz tinto y teniéndola a ella en sus brazos, miró al rededor y vio a las jóvenes a su al rededor, incluso había niñas ahí y sus guardias sosteniendo la puerta.

Todo parecía en cámara lenta.

Golpeaban la puerta y los guardaespaldas trataban de detenerlos, cuando por fin la lograban abrir.

(Tn) lo sentía tan real que su corazón latía rápido, muy rápido, cuando Taehyung toma su rostro y la gira hacía él, besa sus labios y siente como su corazón se va deteniendo poco a poco.

Abren la puerta.

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Entran los policías a la casa porque una vecina notificó que la puerta se veía abierta, iban con perros y linternas aproximadamente 5.

Buscaban por el castillo hasta llegar a aquella habitación en ese rincón medio abierta con obscuridad.

El perro empezó a ladrarle, así que todos los policías concentraron su atención en esa puerta, la abrieron y prendieron sus linternas iluminando todo.

—¿Qué pasó, necesitan ayuda?—. Suena del radio de uno de ellos así que responde.

—No, no se pudo salvar, está una joven sobre un esqueleto ya muerta con una daga en su corazón sostenida por el mismo esqueleto, parece un suicidio, cambio.—.

—Sólo parece—.

—Vamonos de aquí, hay muchos esqueletos parados al rededor de esta habitación.—.

—Es tenebroso que tenga una corona sobre el cráneo, vámonos de una vez.—.

Fin.