No otra vez ¥Frededdy¥ [Terminada]

~Capítulo 1~

Eran las cuatro cuarenta y uno de la tarde en la ciudad de España, y un joven de aproximadamente dieciséis años con pelo castaño, unos hermosos ojos azules y piel algo morena, se encontraba acostado boca-abajo en su cama mientras abrazaba con fuerza su almohada y hundía su rostro en esta. Gruesas lágrimas salían de sus ojos azules, ya que horas atrás un rubio de ojos grises, el cual era su novio había terminado con el.
Al castaño no le dolió mucho que el rubio hubiese terminado con él, lo que en verdad le afecto fueron las palabras que dijo al terminar su relación
"Solo fuiste un juguete para mi, nunca te ame de verdad" esas palabras resonaban en la mente del oji-azul, ya era como la séptima vez que alguien jugaba con sus sentimientos. Siempre era lo mismo, de primero le regalaban cosas, luego decían que lo amaban con todo el corazón y luego de un tiempo terminaban con el castaño, diciendo que nunca lo amaron y que solo había sido un juguete.

-¡¡Te odio!! ¡¡Te odio tanto Golden!!- freddy gritaba a todo pulmón, por suerte no había nadie en casa, ya que sus padres se encontraban trabajando -¿Porque siempre me pasa esto?- hablaba el castaño para si mismo

En ese momento su teléfono comenzó a sonar indicando que lo estaban llamando. Agarró el teléfono y vio la pantalla para ver quién lo estaba llamando, una pequeña sonrisa se formó en sus labios al ver que su mejor amigo lo llamaba, sin esperar mas contestó.

-Hola Bonnie- habló el oji-azul con una voz algo débil

-Freddy, ¿estas bien?- preguntó preocupado por el tono de voz que tenia el castaño

-El ya nombrado soltó un suspiro- Si, estoy bien-

-No me mientas Fazbear, tu no estas bien ¿que paso?-

-Los ojos del castaño comenzaron a cristalizarse- G-Golden... Termino conmigo-

El pelimorado no respondió haciendo que quedara un silencio donde solo se podía oír los sollozos del castaño

-¿Quieres que valla a tu casa?- preguntó el de lentes con una voz tranquila

-S-si-

-Esta bien, voy para allá-

Freddy finalizo la llamada y dejo su teléfono sobre una mesita que estaba al lado de su cama para luego hacerse bolita en la cama dándole la espalda a la puerta y finalmente quedarse dormido.

Un rato después un pelimorado Llegó a la casa de su mejor amigo freddy, sacó una llave que le habían dado para que no tocará la puerta y abrió esta. Al entrar a la casa no se oía nada de ruido y no habían rastros de su amigo, así que subió a la segunda planta de la casa y se adentro por un largo pasillo, el cual lo llevaba hasta la habitación del castaño, al ya estar enfrenté de la puerta de la habitación del antes mencionado soltó un suspiro y abrió la puerta con cuidado.

-¿Freddy?- bonnie entró al cuarto al ver a su amigo durmiendo tranquilamente

El de lentes se sentó a un lado del de ojos azulados y sonrió con tristeza comenzando a acariciar con sus dedos la cabeza contraria. Freddy al sentir que alguien le acariciaba la cabeza comenzó a despertar lentamente, restregó sus ojos y vio a su amigo sonriéndole levemente.

-Bonnie- susurró con una voz débil

-No digas nada- este abrió sus brazos para que el otro lo abrazara

Freddy sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas, y sin esperar mas abrazó a bonnie con fuerza comenzando a llorar en su hombro. Habían estado así un buen rato, abrazando al contrario con fuerza mientras lágrimas caían por las mejillas del castaño, este ya estaba un poco más tranquilo ya que pudo desahogarse.

-¿Estas mejor?- preguntó el pelimorado

-S-si, gracias por estar siempre conmigo bonnie- freddy sonrió y se levantó para ir al baño de su cuarto