~Capítulo 40~

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Y regresamos al inicio.
Un joven de cabello castaño y con unos hermosos ojos azules, se encontraba acostado boca abajo en su cama mientras abrazaba con fuerza su almohada y hundía su rostro en esta. Gruesas lágrimas salían de sus lindos ojos azules debido a lo que horas atrás había sucedido con su pareja.

-Freddy, abre la puerta... Por favor- Bonnie dejó caer su frente en la puerta de madera esperando a que su amigo le abriera

-Vete a-a tu casa, e-estoy bien- trató de sonar normal, aunque obviamente no pudo

-Por favor... O le diré a tu mamá-

El castaño volvió a llorar en silencio. Sus ojos y nariz se encontraban con un tono rojizo, sus mejillas estaban húmedas por todas las lágrimas que caían por estas, y su garganta dolía por no dejar salir sus sollozos.

-... Te quiero, Freddy- suspiró, apretó sus labios sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.
Odiaba ver a su mejor amigo sufrir por algún chico, y odiaba más no poder hacer nada al respecto.

Se alejó de la habitación y bajó al primer piso, sacó su teléfono y buscó el contacto de la señora Raquel, luego comenzó a llamarla.

(...)

-Fred, ¿por qué haces esas cosas?- suspiró frustrado mientras pasaba sus manos por su rostro

-N-no estaba haciendo nada malo- susurró viendo el suelo

Ambos amigos se encontraban bajo el árbol donde siempre solían verse los sábados. El albino escuchando atentamente el problema que había pasado con la pareja del contrario.

-¿Creés que Freddy te vaya a perdonar?- preguntó viendo a su amigo

-... No-

-No hay que ser tan negativo... Creo que se dejarán de hablar unos días y ya luego todo estará bien- sonrió levemente

-Freddy... Dijo que si volvía a pasar algo ya no sería nada mío- habló y sintió un dolor punzante en su pecho

Gold suspiró y desvió la mirada -Freddy es un buen chico, si no querías estar con él se lo hubieras dicho-

-Cla-claro que quería estar con él, pero... N-no se que me pasaba y... Terminé de arruinar nuestra relación- suspiró

-Difícil tu caso amigo. Ve a hablar con él y, trata de arreglar las cosas-

-Creo que eso haré- sonrió ligeramente

(...)

-¿Freddy?- tocó suavemente la puerta llamando a su hijo

-¿Ne-necesitas algo?- preguntó en voz baja hecho bolita en su cama

-Bonnie me llamó y me dijo que estabas mal... ¿Qué pasó?-

-Na-nada, Bonnie solo estaba jugando- rió ligeramente

-Ábreme la puerta- pidió, ya que la puerta estaba con seguro

-Pero mamá-

-Freddy Fazbear, abra la puerta- interrumpió al menor con voz sería

El moreno suspiró y se levantó de la cama, se acercó a la puerta y quitó el seguro abriendo ligeramente la puerta. Luego regresó a la cama.

-Ahora si, cuéntame. ¿Qué pasó?- entró a la habitación y luego se sentó en la cama a un lado de su hijo

-... Mamá, ¿Aún nos podemos mudar?- preguntó en voz baja mientras miraba el suelo

-... Sí, pero... ¿Por qué te quieres mudar? Habías dicho que no querías-

-Creo que... Quiero empezar mi vida desde cero- sonrió ligeramente, suspiró al sentir sus ojos llenarse de lágrimas

-¿Fred te hizo algo?- preguntó en un susurró, acarició los cabellos del menor con cariño

-No quiero hablar de eso- apretó sus labios y luego abrazó a su madre con fuerza

La pelinegra suspiró y correspondió al abrazo acariciando con amor la espalda y cabello del castaño.
Estuvieron así por un rato, hasta que el sonido del timbre de la casa hizo que se separaran.

-Iré a ver quién es. Ya vengo- besó la frente del menor y luego salió de la habitación dirigiendose a la puerta principal

Al llegar, la adulta abrió la puerta viendo a un azabache de ojos negros frente a ella.

-Señora Raquel, es un gusto verla- sonrió levemente

-¿Necesitas algo, Fred?- preguntó, se cruzó de brazos y se recargo en el marco de la puerta

-Eh, sí... ¿E-está Freddy?- preguntó nervioso

-Sí, pero ahorita no puede ver a nadie, así que te puedes retirar-

-Solo quiero hablar con él... Aunque sea un minuto-

-No se podrá Fred. Será otro día- entró a su casa dispuesta a cerrar la puerta -Gracias por haber hecho feliz a Freddy en su momento- sonrió ligeramente y cerró la puerta

La de ojos azules se recargó en la puerta, no le había gustado la forma en la que había tratado al azabache, pero se encontraba enojada con él por hacer llorar a su pequeño.
Volvió a caminar hacia la habitación del menor para poder seguir consolandolo.

(...)

-Y... ¿De qué querían hablar?- preguntó el mayor de todos sentándose al lado del castaño

El señor Bryan ya había llegado de trabajar, su esposa le había dicho que Freddy y ella querían hablar con él. El mayor dejó sus cosas en la mesa de la cocina y luego se dirigió a la habitación de su hijo.

-Es que... Freddy no se siente muy bien- habló y acarició los cabellos castaños de su pequeño

-¿Qué pasó? ¿Qué sientes? ¿Te duele algo?- preguntó preocupado viendo al menor

-... ¿Nos podemos mudar?- habló en voz baja mientras recostaba su cabeza en el hombro de su mamá

-Pero... Dijiste que no querías-

-Quiero empezar mi vida desde cero-

El de ojos verdes miró a su hijo por unos segundos y luego dirigió su mirada a la azabache, esta solo le sonrió levemente.

-¿Pasó algo con Fred?- sin poder evitarlo su voz se volvió sería

-Sí- la de ojos azules miró a su esposo un tanto sería

-... No te preocupes Freddy, él no era para ti- suspiró y besó la cabeza del castaño -Sabes que puedes contar con nuestro apoyo- sonrió levemente

-Gra-gracias- sonrió levemente y abrazó al mayor

El de cabello castaño y ojos verdes correspondió al abrazo con un poquito de fuerza, suspiró -Entonces... ¿Nos mudamos?-.

"Si nuestro destino no era estar juntos, te doy las gracias por regalarme un poco de tu historia"

-Anónimo

No otra vez ¥Frededdy¥ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora