Cap I

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El sonido de la alarma hizo que pegara un salto de mi cama, cayendo como una bolsa de papas sobre el suelo. Tratando de vencer el sueño y cansancio me levante, fuí al baño a ducharme.

Como de costumbre en casa, mi madre y hermano duermen, papá por su parte ya se fue a trabajar. Así que, me encuentro sola de alguna forma. Prendí el microondas y calenté la leche para tomar. Una vez preparadas todas mi cosas me fuí camino a la universidad.

Hoy teníamos Matemáticas, esperaba poder verlo, aunque siempre llega tarde. Saqué mis libros, cuando note su presencia, era Choi Minho, el chico mas popular de la universidad.
Hace un tiempo que estoy interesada en él, pero somos muy diferentes.

Un día saliendo de una de las materias, con mi amiga Elizabeth estábamos jugando y apostamos que si ella perdía, ella me diría quien le gusta, si yo perdía ella le gritaría a Minho que me gusta.
Como siempre soy pésima jugando al piedras papel y tijeras, le supliqué piedad pero sabia que era inútil. No me quedo mas opción que admitir la derrota y la vergüenza.
Justo estaban Minho y Jonghyun, su amigo, Elizabeth comenzó su tarea y en medio de la universidad gritó

-Minho ella gusta de vos- Señalándome.

Son esos momentos donde una desea que la tierra la trague y no la devuelva más.
El alto me miró, yo no sabia donde meterme o qué hacer, y solo me sonrió. Estaba condenada.

Por fin llegó la hora de irme, salí caminando escuchando música cuando sentí una brazo que rodeaba mi cabeza.
-¡Annyong!- dijo muy entusiasta el joven,

-Eh??? ¡Apártate!- dije atónita.

-¿Así es como tratas al chico que te gusta?- dijo algo burlón.

-¿Qué quieres?- pregunté enojada.

- No seas tan antipática, solo quiero divertirme.

-Entonces ve a buscar un juguete- dije muy fríamente.

-Bueno, esta bien me iré.

Me besó fugazmente en la mejilla y desapareció.

Mi mente estaba muy confundida ¿Qué acababa de pasar? No lo sé.
Al día siguiente noté que Minho me observaba en las clases, me sentía demasiado nerviosa, no se que debía hacer.
Solo podía pensar en que seguramente el estaba jugando conmigo, porque podía tener cualquier chica que quisiese y no creo que se fije en mí.

Al salir, estaba poniéndome los auriculares cuando sentí que alguien me abrazaba por detrás.

-Hola mi juguete- dijo el joven alto.

-Ya déjame, este juego me esta cansando- dije algo fastidiada.

-¿Quién dice que es un juego?.

- ¡Lárgate!- dije ya cansada.

-No quiero- me contestó en tono desafiante.

- Como quieras- dije ya sin interés.

Continuo caminando a mi lado, molestándome, hasta que llegó el colectivo y pude irme.

Era jueves, estaba saliendo de la universidad, cuando pude ver a un joven en una motocicleta que me estaba esperando. Era Onew.
Fui corriendo hacia él, hace tanto tiempo que no lo veía, pero también recordé la causa de ese distanciamiento. Lo abracé, y lo saludé.

-¿Cómo has estado niña?- dijo burlándose de mi.

- Bien, ¿Y tú?

-Bien.

-¿Que dices si damos una vuelta?- dijo en tono muy varonil.

-Onew, sabes que la respuesta es no- dije algo cortante.

-De acuerdo, entonces me voy al trabajo- dijo algo desilusionado.

-Nos vemos.

Pude ver como se marchaba a lo lejos, seguí mi camino, cuando una oí una voz.

-¿Quién es?- Pregunto algo molesto.

-Umm... mi ex- dije muy tranquila.

-¿Todavía le quieres?

-En realidad no, porque sufrí mucho por su culpa.

-Ah, toma es para ti- dijo extendiendo su mano con un chocolate hacia mí.

Lo miré algo sorprendida.

-Gracias- dije sonriendo y lo besé en la mejilla.

Era lunes, llegué al aula, estaba por entrar cuando oí que Minho había apostado con Jong que si yo le daba alguna muestra de afecto, Jong le haría las tareas por un mes.

Me dirigí al baño, no pude contener mas las lagrimas. Sabia que era su juguete, pero tenia la esperanza de que se pudiera fijar en mí, mi corazón estaba destrozado.

No podía dejar de mirar el reloj para poder irme. Por fin llegó la hora, avancé hacia la salida de la universidad.
Estaba caminando, cuando me abrazaron por detrás, era Minho.

-Hola juguetito.

-Suéltame.

-No quiero.

-¡Dije que te largues!

- ¿Qué te pasa?

- Nada, solo déjame.

-Dime que te pasa.

-Tu apuesta, eso pasa.

Ambos quedamos en silencio..

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora