CAPÍTULO 14 "GOODBYE MY LOVE"

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Después de irse los chicos Mariana y Lee Ah subieron al departamento para dormir. La frase escrita en las galletas resonaba en la mente de Mariana. 

<< El futuro depende de tus decisiones >> 

Cuando estaban a punto de dormir el celular de Mariana sonó, era un número extraño para ella, pero era de ese mismo lugar. Dudando un poco respondió la llamada. 

—Hablemos —la voz de Han Ah la dejó boquiabierta y nerviosa—. Sí no sales te arrepentirás y estoy hablando en serio. 

—¿Qué sucede, Mariana? —cuestionó su amiga al ver su rostro pálido. 

—N-nada, tengo que salir un momento, no me tardo. 

Salió sin esperar respuesta de Lee Ah quien preocupada solo la vio alejarse. 

En la calle se encontró con Han Ah quien estaba de espaldas a ella. Tragó saliva y tomó aire. 

—¿Qué es lo que quieres? —pronunció con total seriedad. 

—Qué bueno que viniste —dijo al darse la media vuelta—. Seré breve. Aléjate de Seung Hyun. 

—¿Qué? 

—¡Desaparece de su vida! —sacó de su bolso de mano un sobre y se lo entregó—. Si no lo haces toda su carrera se irá a la basura. 

Mariana lo abrió y quedó con los ojos abiertos como platos al ver varias fotografías de ella y Seung Hyun el día de la tormenta. Ese momento en el que él la abrazó por el ruido de los truenos. 

—¿Qué… cómo…? —intentó cuestionar pero no sabía que decir. 

—¿Crees que al público le parezca bien ese tipo de relación?, que sin ser nada hasta duermen juntos. 

Su plan estaba iniciando, no se iría de ahí hasta conseguir alejarla para siempre de Seung Hyun cueste lo que cueste. 

—Si sigues empeñada en estar con él todos sus esfuerzos no habrán valido la pena —prosiguió—. ¿Acaso no entiendes que lejos de ayudarlo lo puedes arruinar? Si en verdad lo amas aléjate de él. Así como yo lo hice en el pasado. 

—¿Qué? 

—Sí. Cuando me fui no fue porque quisiera. Él tenía que madurar por si solo y ya vez, lo logró. Yo si lo amaba y por eso lo hice. En cambio tú… creo que eso no te importa. 

—¡Te equivocas! —expresó Mariana—. Él… en verdad me importa y mucho. Pero si hago eso él… 

—Él estará mejor… créeme —endulzó su voz para sonar lo más creíble—, lo dejo en tus manos, su futuro. Esas fotografías me llegaron a mí, pero no dudo que en cualquier momento estén en los diarios o en las noticias. Solo piensa lo que pasaría. 

Dicho lo último se alejó esperando que su plan diera resultados, si no fuese así debería de pensar en cosas más… extremas. 

Mariana aun con las fotografías en mano se quedó de pie observándolas mientras su mente llevaba una pelea entre sus sentimientos y la felicidad de su ser amado.

Minutos después Lee Ah bajó a ver qué había sucedido. La forma en la que su amiga salió no le gustó para nada. Al salir a la calle la vio ahí, de pie, sin moverse. Se acercó hacia ella y al estar frente a su rostro, observó sus ojos cubiertos de lágrimas. 

—¿Qué pasó, Mariana? —interrogó desesperada. 

Ella solo la miró y enseguida se abalanzó a su cuerpo para abrazarla. Lee Ah entendió de inmediato que solo necesitaba darle cariño, en cuanto estuviera más tranquila ella se lo contaría.

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