Capítulo 2

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Ya ha pasado un largo rato, estoy recargada en el barandal que está en frente del salón, y en todo el tiempo que llevo aquí no pasa nada interesante, solo se escuchan voces de niños malcriados y algunos maestros que gritan para dar sus datos y presentaciones.

Después de unos minutos salió aquel tipo alto, moreno, cabello oscuro y ojos marrones, se dirigió hacia mi, es obvio que esta molesto.

Hola me presento, yo soy el imbecil prepotente de la cafetería y casi lo olvido también soy tu maestro de formación cívica y ética, además tu tutor, mucho gusto, cuando dijo esto me estiró su mano en forma de saludo yo hice lo mismo y estreche su mano sin decir una palabra.

Mi nombre es David y ¿que crees, princesita?, hoy ya te ganaste un castigo y 5 décimas menos en mi materia, ahora ve a ponerte tu reporte, el módulo esta por terminar así que cuando lo tengas listo me buscas para que te lo firme y de igual manera te digo cual es tu castigo.
Cuando finalizó de darme su sermón para que me entiendan su choro, me metí al salón y todos se me quedaron viendo, ¿como si nunca hubieran llegado tarde?, deje mi mochila en una butaca la cual se encuentra en frente de Daniela y sin decir nada tome una pluma negra y me dirigí a prefectura, pedi el cuaderno de reportes, pero me explico la perfecta que aun no había cuaderno de reportes, ya que el año pasado se había perdido después de esto fui a buscar al viejo prepotente el cual estaba en el salón a lado del mio, cuando lo vi le pedí permiso para pasar a lo cual el solo asintió con la cabeza y yo me pare enfrente de él.

Kristal :dice la prefecta que no hay cuaderno de reportes

David:de acuerdo, entonces el sábado vas a venir a hacer la limpieza de 3 salones.

Kristal:esta bien

No dije nada más y salí del salón para dirigirme al mio por suerte aun no había llegado el siguiente maestro, fui a mi lugar y me senté.

Daniela:¿que paso? ¿Que te dijo?

Kristal:nada, solo tengo que venir el sábado a hacer aseo

Daniela: esta bien, creí que iba a ser algo más cruel, pero esta bien

Kristal :¿más cruel?, yo no agarro ni una escoba en mi casa y voy a tener que limpiar en la escuela, ¡ES ILÓGICO!

Daniela:Tranquila. no le tomes importancia.

Después pasaron otros 3 módulos aburridos a los cuales la verdad no le preste importancia. Llegó el momento de salir al receso y platicar con mis amigas locas. Realmente solo hablamos de tonterías como las que platicabamos diariamente así que no hay mucho que contar, luego entramos al salón y las siguientes clases que pasaron fueron :Tecnologia,español y finalmente historia, la cual nos la imparte un maestro alto, de tez blanca y un bigote que la verdad me causa mucha gracia.

Salí del salón de clases y espere a Abigail, ya que ella me acompañaría a mi casa de regreso salimos de la escuela y observamos a decenas de papás esperando a sus hijos, supongo que a los de nuevo ingreso, ya que como es costumbre de todos los años los primeros días esta lleno de gente mientras que el resto del ciclo escolar ya los dejan solos.

De camino para mi casa nos encontramos con una tienda de ropa que tenía a primera vista un vestido hermoso de color guinda el cual tiene un sexy escote en la espalda, obviamente decidimos entrar, bueno en realidad yo obligue a Abi a entrar, ella no es la típica chica que su debilidad es la ropa.
Entramos y fui directo a donde se encontraba ese vestido, tome el que indicaba mi talla y me lo fui a probar, cuando me lo puse quede maravillada ¡se me ve increíble!, no es que tenga el mejor cuerpo, pero creo que el vestido resalta lo mejor que tengo y ayuda a disimular algunos de mis defectos. Antes de quitarmelo salí del probador para que Abigail me diera su opinión.

Abigail :te ves bien,¡tienes que llevártelo el sábado!

El sábado tengo una cita, pero el idiota del profe David lo arruino todo, ya que gracias a él voy a tener que ir el sábado a la escuela, pero no importa si hago el aseo rápido si me da tiempo de ir a mi cita, la cual es con Gabriel, es mi mejor amigo pero desde hace un tiempo se convirtió en mi crush.
Salimos de la tienda y nos dirigimos a mi casa, cuando llegamos me despedí de ella y se marchó.

No puedo odiarte, si te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora