Capítulo 3

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Narra David

Al fin en mi casa, estoy de verdad cansado, creo que hoy no fue mi mejor día se me hizo tarde para el trabajo, termine con mi novia y para colmo una Escuintla malcriada se atreve a gritarme, afortunadamente es mi alumna y lo mejor de mi grupo tutorado, y gracias a que llegó tarde la podré hacer limpiar en sábado, aunque la verdad se merece eso por haberme gritado creo que mi castigo o decisión la molesto, se veían en esos ojos cafés que me miraban con desprecio y furia. Pero toda esa soberbia se le va a quitar el sábado, después de todo con hacer el aseo supongo que le quito un poco de  tanta arrogancia concentrada en ese pequeño cuerpo.

Estoy tan aburrido, y ya ni siquiera tengo a Katherine para divertirme un rato. ¿Porque tuvimos que terminar?, tan bien que nos la pasábamos no puedo creer que después de todo el tiempo juntos, de los millones de besos que le di, las caricias que la hacían estremecer hoy solo llegue y me dice que ya tiene a alguien más no puedo explicar el como me siento,estoy experimentando una mezcla de odio, resentimiento, furia pero a la vez tristesa, yo la llegue a querer como a nadie más deje todo por ella y Katherine no valoro nada de lo que hice, deje a mis mejores amigos porque a ella no le gustaban, pero esto me enseñará a no volverme a enamorar, ya no pienso sentir este dolor nunca más,es tan grande ese vacío esa soledad que me invade desde el primer minuto que no la tengo a mi lado pero a partir de hoy no me voy a comprometer en una relación seria, no puedo creer que me dejo justo el día en que compre su anillo de compromiso, ahora entiendo porque nunca quizo hablar conmigo acerca de algo más formal y yo de tonto accediendo a todo lo que ella me pedia. Pero esto se acabó ya no habrá mujer que me haga sentir esto otra vez.

Entre a mi cuarto y destruí cada una de las cosas que me recordaban a Katherine sus fotos, sus cosas, solo deje las cartas que le escribía fui a la cocina y me serví un vaso de tequila y me senté a romper una a una cada una de esas cartas donde le decía cuanto la amaba,me sentí tan bien al hacer esto sentí una satisfacción inmensa pero tenía que hacer algo más, algo que me hiciera olvidarme para siempre de ella o al menos para no recordarla en esta noche.

Cuando termine de hacerlo llame a una amiga a la que siempre le había gustado y que no le hacía caso por respeto a Katherine. Pero hoy Melissa mi amiga tenía que ser mía.
-Melissa:Bueno, cariño que novedad que me llamas
-David:si, tengo muchas ganas de verte, ¿se puede?
-Melissa:David, mi amor para ti siempre estoy disponible
-David :perfecto entonces ven a mi casa y te prometo que hoy será tu mejor noche, te espero.

Dicho esto colgué la llamada y después de un rato llegó a mi casa la comencé a besar como si no hubiera un mañana y poco a poco fui deslizando mi mano lentamente hasta llegar a su pierna mientras que con mi otra mano masajeaba su seno derecho, luego pase mi mano por su espalda donde se encontraba el cierre de ese vestido ajustado que resaltaba sus curvas y lo baje, mientras que besaba su cuello le quite el vestido dejándola en ropa interior y dejándome maravillado con su silueta nos seguimos besando hasta llegar a la cama le quite la poca ropa que le quedaba y comenze a besar y a tocar cada milímetro de su piel me desvesti por completo y la penetre de manera suave, al terminar nos quedamos recostados en la cama y al cabo de un rato ella se vistió y se marchó.

-No estuvo nada mal, es una fiera en la cama y estoy soltero ya no hay nada de malo.

A partir de hoy así será ya no me enamorare de ninguna mujer pero disfrutare del encanto de todas.

No puedo odiarte, si te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora