No puedo odiarte, si te amo

Capítulo 4

Llego el sabado

¡Por fin llego el sábado!, hoy tengo la cita con Gabriel. Es un chico blanco, ojos miel y un enorme y redondo trasero.
Me tuve que despertar a las 7 am para que me diera tiempo de hacer el aseo en la escuela y de ahí poder ir me con Gabriel, me metí a bañar y al salir de la ducha me coloque el vestido Guinda, unos zapatos tipo valerina o de piso, como le quieran decir de color beige, tome un pequeño bolso de él mismo color de los zapatos y solo metí en el mi celular y algo de dinero.

No desayune, no tenia tiempo para hacerlo, solo salí de mi casa y fui a la base de taxis y para mi suerte no había ninguno disponible, espere algunos minutos pero decidí ir me mejor caminando, ya había perdido mucho tiempo y no podía perder más o no me daría tiempo de llegar a ambos lugares.

Narra David
Hoy voy a ver a aquella niñita que me trato como un completo idiota la otra vez, nunca me imagine si quiera que estuviera en uno de los grupos a los que les doy clases  y mucho menos que seria de mi grupo tutorado, se ve que es sumamente soberbia pero ya encontraré la manera de que al menos conmigo no tenga esas actitudes por el momento creo que con esta acción yo gane, digo ella va a tener que hacer el aseo mientras que yo voy a estar cómodamente sentado y disfrutando de mi victoria.

Me vestí con un pantalón de mezclilla, una playera negra y unos tenis del mismo color, salí y me dirigí a la escuela yo iba en mi carro y pude ver a Kristal que iba caminando era obvio que iba a llegar tarde y tendré un motivo más para hacerla limpiar mínimo otros 3 salones.

¡Ya llegue!-exclamó Kristal cuando entro al salón donde David estaba sentado en frente del escritorio.

Hasta que llegas, bien ya sabes que hacer-mencionó David, sin mostrar expresión alguna.

Tome una escoba que estaba en el salón que iba a limpiar y me puse a limpiar el se salio, por fortuna ya que sería muy incomodo tenerlo aquí observandome todo el tiempo.

Ahhh!! - grito David

Rápidamente corrí a buscarlo y lo encontré en sala de maestros donde note que tenía una cortada en su mano.

Déjeme ayudarlo-dijo Kristal mientras me acercaba a él, y note que en su oficina había un botiquín, lo tomé y saqué unas vendas y algo de agua oxigenada.

Estire su mano-dijo Kristal dirigiéndose a David

David lo hace y ella comienza a limpiar la herida y después pone la venda con mucho cuidado.

Narra David
Mientras ella me curaba la herida me veía con esos ojos cafés que hace apenas unos días me miraba con depresio hoy me miraban con tanta ternura, no podía seguir con esa actitud tan soberbia que tengo hacia ella después que Kristal me demostró que detras de esa chica prepotente y fría se esconde un ser tan lindo y tierno.

Lamento haber sido tan duro contigo - mencione

No hay problema y disculpe por el como me porte con usted, en serio lo siento, deberíamos de empezar de nuevo ¿no cree? - dijo Kristal mientras me miraba a los ojos

Yo creo que después de esto ya me demostraste lo que yo quería, que dejaras de un lado la prepotencia y creo que en esta ocasión lo hicimos los dos, mejor vete y el lunes nos vemos-le dije esto mientras le estrechaba la mano