Había tenido una semana muy atareada, más que nunca, entre el trabajo y la primer semana de facultad casi no tenía respiro y estaba realmente exhausta. Pero al fin había llegado el sábado, aunque, para mi mala fortuna, debía trabajar también. Era eso o trabajar el Domingo, y claramente ese día quería dedicárselo de lleno a la cama.
El Jueves y el Viernes los trabajé a la tarde, ya que cursaba por la noche, dejándome así la oportunidad de trabajar el Sábado por la mañana y el Domingo franco. Por un momento pensé en la pobre de Nyilah, que recién había comenzado y debía estar adaptándose a mis horarios le gustara o no, pero si lo meditaba por un momento, hace un tiempo atrás yo también había estado en esa posición y con el tiempo había ganado algo de privilegio supongo, así que esa poca pena que podía sentir se esfumaba.
Tuvimos una mañana movida en el bar, pero con Monty no se me hacía tan pesada, ya que no debía explicarle como preparar una infusión, o curándole quemaduras de la máquina de café. Ese día estaba de especial humor ya que era el cumpleaños de mi hermano y la noche la pasaríamos entre familiares y amigos.
Mi humor incrementó positivamente cuando al bar ingresó una pareja de ancianos tomados de la mano, se los veía tan felices juntos, como si el pasar de los años, las responsabilidades y los golpes de la vida nunca hubieran afectado ese hermoso lazo que los unía. Al verme ambos sonrieron y pude notar cierta melancolía en sus ojos, aquellos que se encontraban cubiertos bajo las mantas del tiempo, me dijeron que les recordaba mucho a su nieta, aquella que no veían hace bastante por razones de estudio de ella y lograron sacarme una sonrisa con aquello.
El horario laboral finalizó así que me quedaba algo de tiempo para conseguir un regalo y luego ir a la casa de Jasper, ya que había quedado con Maya, su mujer, ofreciéndole mi apoyo en cuanto a la parte culinaria para el festejo. Sabía con seguridad lo que iba a regalarle a mi hermano, ya que hace un par de semanas, mientras caminaba hacía el trabajo pude observar en la vidriera de una vinería, un enorme cartel que decía - Barril de Whisky personalizado - y dicho objeto se encontraba a su lado, apenas lo vi pensé en Jasper. El era un amante de las bebidas alcohólicas, consumía a diario, pero siempre con moderación, por supuesto, así que pensé que se vería muy bien en su barra de bebidas, esa que se encontraba en uno de los extremos de su living, además, el barril tenía un tamaño apropiado.
Salí de la tienda satisfecha con mi regalo, había costado un poco mas de lo que imaginé, pero valió la pena el tironcito de bolsillo. Mi dirigí a mi apartamento, para buscar algo de ropa y luego ir a la casa de mi hermano, si veía que la situación lo ameritaba y no parecía imprudente, pensaba pedirles el permiso para darme un baño allí. Al llegar, llamé al portero y Maya apareció del otro lado de la puerta con una gran sonrisa
- Clarke! - Me da un fuerte abrazo
- Hola Maya - Se lo correspondo con el mismo afecto
- Adelante - Dice mientras abre un poco más la puerta y señala con su mano hacia el interior de la casa
- Permiso - Ingreso al hogar - ¿Donde está el príncipe de la tía? - Observo a los alrededores
- Tía leoncita! - El pequeño Aden corre a mis brazos. Bueno, la realidad es que ya no era tan pequeño, tenía 7 años, pero para mi seguía siendo mi pequeño sobrinito.
- ¿Cómo has estado? - Lo dejo en el suelo luego de besar varias veces su mejilla y comienzo a revolver mi bolso - Mira lo que te trajo la tía - Le extiendo un par de cajitas
- Los lego de Spiderman y Batman! - Se le iluminaron los ojitos y su emoción era tan grande que me hizo mucha ilusión verlo así - Gracias tía, te quiero! - Me abraza por las piernas pero yo nuevamente lo tomo en mis brazos
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Sucederá (CLEXA AU) [PAUSADA]
FanfictionClarke Griffin cree haber tomado la mejor decisión de su vida al inscribirse en la carrera de Psicología ya que gracias a eso conoció a la que se convertiría en la mujer de sus sueños, su profesora de Psicoanálisis Lexa Woods