Sucederá (CLEXA AU) [PAUSADA]

Noventa minutos no puede durar el amor

<< Llevé una de mis manos hasta su nuca y la atraje hacía mi, hundiéndome en su boca, yo también necesitaba sudarla. >>

Perdidas en un beso intenso y apasionado, que irradiaba ganas y deseo por cada uno de nuestros poros. La sentí intentando alejarse, tal vez para tomar aire, pero intensifiqué el sostén de mi mano sobre su nuca impidiendo que se alejara, podría morir por falta de oxígeno, si, pero moriría en mis labios y acunada por mis brazos ¿Egoísta? Tal vez.

Quitó sus manos, que con anterioridad habían deslizado mi vestido, con una jaló de mi cabello y con la otra apretó uno de mis pechos con fuerza, logrando que me alejara de sus labios y soltara un pequeño gemido. La distancia la ayudó a recuperar el aliento.

La pista de baile se había convertido repentinamente en algo así como la boca de un volcán, donde el calor interno quemaba, quemaba mucho. Solo se sentía un calor muy intenso que combinado con su forma de besar y tocar resultaba dolorosamente excitante.

— Quema — Le susurré al oído entre jadeos.

— Si quemas, ya te soplo yo — Respondió para luego aprisionar mi labio inferior entre sus dientes y jalar con la fuerza justa.

— ¿Y si nos vamos calmando? — Unas manos femeninas se colocaron entre medio de ambas, sobre el pecho de cada una, alejándonos y cortando de lleno el contacto entre ambas, el cual comencé a extrañar al instante.

Busqué con la mirada a la persona tan descarada que se atrevía a interrumpir un momento como ese y me encontré con los ojos rasgados de su amiga puestos en mi, pero rápidamente se desviaron hacia Lexa y la mujer volvió a hablar — ¿Estás loca? Hay cientos de personas aquí. Ahora vámonos — Dijo mientras la jalaba del brazo.

— Espera — Dije tomando su otro brazo libre, haciendo que Lexa se quedara en el lugar — No te irás así ¿Verdad? —

Lexa miró a su amiga, durante demasiado tiempo en realidad — Tienes razón — Y luego llevó la mirada hacia mi — Lo siento, debo irme, luego te escribo — Dejó un beso fugaz sobre mi mejilla y se echó a caminar perdiéndose entre la gente.

¿Que acaba de suceder? La verdad es que no tenía ni puta idea, pasé de compartir el intercambio salival más delicioso de toda mi vida con los labios de mi profesora de Psicoanálisis, a recibir un insignificante beso en la mejilla y verme sola en la pista con varias miradas puestas en mi.

Molesta me hice lugar entre las personas y me encaminé hacia la barra, pedí un trago para cortar con tanta amargura repentina y mientras tomaba el móvil la voz de Raven a mis espaldas me sobresaltó.

— Ojos de cielo! —

— Cuervita —

— A ver — Coloca una mano sobre mi mentón mientras que con sutiles y lentos movimientos inspecciona mi rostro — Bien —

— Eres una idiota — Dije negando con la cabeza

— Dos minutos más y comenzabas a utilizar su boca como asiento masajeador. Yo ya estaba por pedir palomitas  y ubicarme en primera fila —

— Raven!!! —

El móvil vibró en mi mano, ignoré a mi amiga y sus explícitos comentarios para dedicarle atención a los mensajes que acaban de llegar.

Lexa

En Línea

Siento mucho haberme ido de esa forma     03:52