ARIECK. PAUSADA.

Capítulo 3.

_ ¡Vanessa! .... ¡¡Vanessa!! –intentó reanimarla, pero no pudo, estaba demasiado drogada.

Arieck se sentía totalmente culpable de lo que le estaba sucediendo, aunque él en un principio se lo advirtió, le advirtió que las drogas no eran buenas, intentó volver con ella para ver si así se alejaba de ellas. Arieck podía ser de todo, un mujeriego, eso sí que lo era, un imbécil, rebelde; pero nunca, nunca consumía, fumaba de vez en cuando, pero la droga no era una de sus degustaciones.

Su relación con Vanessa fue buena, su primera novia, ya saben, el primer amor, Vanessa empezó a consumir cuando tenía 18, de repente empezó como algo ¨pasajero¨, pero después, se volvió algo que ella misma no podía controlar, para ella, consumir drogas era como beber 8 vasos de agua al día, en vez de 8 vasos de agua, ella consumía 8 veces al día, ¿Cómico no?

Llegaron al hospital más cercano, la ambulancia gracias a Dios fue rápida, Arieck llamó a sus padres y se fue justo antes de que Vanessa despertara, antes de irse había estado charlando con la recepcionista del Hospital, ¿Coqueteando? Quien sabe, éste hombre nunca pierde una oportunidad.

Llegó a casa e inmediatamente subió a su habitación. En verdad estaba dolido, no sólo con ella, también con él mismo, pues creía que ella en verdad estaba cambiando, que estaba saliendo de ese oscuro pasado, confió en ella una vez más y como siempre lo volvieron a traicionar. Por eso Arieck no confiaba en nadie más que en Mike, no confiaba ni en él mismo, pero por alguna razón confió en Vanessa por última vez, creyó que la rubia lo estaba haciendo bien, hasta que la encontró en tal estado.

Salió de la habitación y fue a buscar a Mike, vivían a sólo unas cuadras de distancia, así que se fue sólo caminando por la calle, era de noche, él en verdad necesitaba aire, necesitaba salir a pensar en todos sus problemas. Se sentía tan culpable por lo que Vanessa se había convertido, y él no era malo, bueno sólo un poco, pero en verdad quería cambiar su vida, la de ella, quería que volviera a ser la misma chica de antes. Pero ya él no podía hacer nada, ya estaba cansado de sus falsas promesas, estaba harto de que cada vez que ella le prometía cambiar algo pasara, se internara de nuevo en sus drogas, y en verdad ni él mismo sabe porqué se siente culpable, cuando él nunca le ofreció drogas, nunca estuvo de acuerdo que las consumiera, esa fue la principal razón por la cual la dejó. Arieck en verdad no sabe si es que todavía la sigue queriendo o es que siente culpa por lo que le pasa, realmente sus problemas con Vanessa debieron acabarse justo cuando la dejó, pero en ese mismo momento fue cuando todo empezó.

_ Hey. –lo saluda Mike al verlo fuera de la casa, pues estaba a punto de salir y se encontraron fuera de la casa. -¿Te pasa algo? –algo era poco.

Arieck sólo era vulnerable frente a su amigo, sólo reflejaba todos sus sentimientos frente a él, es que para Arieck, Mike era algo así como el hermano que nunca tuvo, éstos dos en verdad se llevan bastante bien.

_ ¿Vas a salir? –pregunta Arieck al verlo con una bolsa en la mano.

_ En verdad iba a verte, Tront me ha enviado el paquete. –dijo levantando la bolsa.

_ Fue más rápido de lo que creí.

_ Sé que te ha pasado algo, anda –le decía Mike mientras lo invitaba a pasar. – Por cierto, mis padres se fueron con Leonor toda una semana fuera del país, me dejaron por la Universidad. ¿Quieres algo de beber? –preguntaba Mike mientras iba a la cocina y Arieck se quedaba en la sala.

_ No, y en verdad me alegro que te hayan dejado. –Mike volteó a mirarlo con cara de meme.

_ ¿Qué ha pasado? –ahora el castaño llevaba una cerveza en la mano, mientras se sentaba en el sillón de cuero frente a Arieck.

_ Me ha vuelto a engañar, he confiado en ella otra vez, y como siempre me ha engañado, ha jugado conmigo una vez más. –Mike no dijo nada, esperando a que su amigo lo sacara todo, él sabía perfectamente cómo se sentía. –Ya no sé qué hacer con ella, me hace promesas para luego volver a lastimarme, y no sé porqué me siento tan mal, cuando sé que ella ya no va a cambiar, aún no sé por qué sigo confiando en ella.