Almas a color. /L.S./ [GAY]

Capítulo V: "The answer"

Capítulo V: "La respuesta"

     Luego de ese incómodo momento en el que Harry se dedicó a observarme como si fuera una presa, el chico de coleta se desmayó.

    Anne y Zayn llegaron junto a nosotros, con el resto de gente, que aún dormía. Harry se acercó a Anne y la jaló de un brazo hasta sentarla en una de las sillas, él estaba frenético, ella estaba furiosa. Yo observaba todo a una distancia prudente.

    —¡Tengo la respuesta, Gem! —Gritó de repente, haciendo saltar a la chica en su lugar, y a varios más. ¿Gem?

    —¡Qué respuesta ni qué nada, puto, me asustas! —Gritó ella de vuelta, furiosa la gata salvaje.

    —¡La que necesitábamos para controlarnos! —La zarandeó de adelante hacia atrás repetidas veces.

   —¿La tienes? —Lo miró incrédula, él asintió —¿cuál es?

   La mirada de Harry vagó hasta mi rostro y luego volvió hasta la chica, ilusionado.

   —...or —Dijo en un susurro, sus mejillas de repente habían enrojecido.

    —¿Qué? —Preguntó la chica —¡habla bien, mierda!

   —¡Amor! —Exclamó.

    Abrí los ojos confundido.

   —¿Y de qué mierda nos sirve el amor a nosotros? —Ella volvió a preguntar, insegura, dudosa, podría decirse que hasta con miedo. Pestañee — esa mierda no sirve de nada —Aseguró.

    Como tu intento de ser valiente, Anne o Gem, como sea.

    —Si logramos juntar nuestras almas con la persona que amamos, podremos estar libre de cualquier dificultad. —Aseguró, entendiendo, con cierto tinte de terror en su voz. Harry asintió.

   —Pues entonces prefiero volverme un doble muerte —Dijo segura de sí misma.

    —Yo tengo a mi persona junto a mi, no voy a desaprovechar esta oportunidad —Me miró, de repente me sentí mareado, sus ojos me atravesaban de alguna manera. —tú, Louis, siempre serás tú.

    Y ya no vi nada más.

    💞💞💞

    Louis se acaba de desmayar frente a mi. Mierda. ¿Fui muy rápido?

    Me acerqué a él sonriendo y lo tomé en brazos, caminando lento lo llevé a su habitación y ya en ella, lo recosté sobre su cama.

     Fui nuevamente al salón, donde estaban todos, y le dije a Marlene que había que hacer desayuno, ella asintió y juntos nos dirigimos a una cocina hecha para ocasiones como estas, calenté agua y preparé un par de emparedados con manjar.

    —¿Para quién son? —Preguntó Marlene con curiosidad y una pizca de picardía.

   —Para Lou —Sonreí.

   —Te pido que no lastimes al chico, es un buen niño. —Me miró nostálgica.

   —No lo haré —Aseguré —Se lo prometí hace muchos años.

   —¿Se conocían? —Preguntó. Un nudo se instaló en mi garganta mientras echaba el agua caliente a la taza.

    —Sí, lo hacíamos. —Susurré dolido —pero hubieron muchos problemas.