La disnea me atacaba, estaba cediendo ante esta tempestad abrazadora. La bestia en busca de nuestros cuerpos con el único objetivo en mente: "destruirnos", destrozarnos en pedazos hasta saciar su sed de sangre.
Con cada paso que daba provocaba estremecer la adrenalina en mi cuerpo, mi poder estaba consumiéndose, llegando al vacío. La chica a mi espalda tenía un rubor en sus mejillas por el frío proveniente de las montañas, esa chica, rubia de ojos café, no abandonaba la atención ante el peligro que nos acechaba, suplicando que huyera que la abandonará.
Una imagen surgió en mi mente.
Un líquido rojo emanaba de mis labios -sangre-. Las lágrimas de agonía caían por mi rostro mientras observaba su cuerpo ya inerte sobre ese suelo frío de la cueva, la había asesinado...
Era una pesadilla.
La luz del sol se esparcía por toda la habitación. Mis ojos hinchados por las lágrimas secas que acompañaba mi rostro. De nuevo esa pesadilla que merodeaba en mis sueños cuando mis escudos mentales se debilitan.
Mi cuerpo seguía adormecido complaciéndose del suave colchón que brindaba su calor. Mi mesa de noche a punto de vibrar por el despertador. Apagué la alarma y del mismo modo, caminé por el pasillo de cerámica que conduce hacia el baño de la habitación, perdiéndome en mis pensamientos inmortales.
Enfrente del espejo, había una chica con cabello negro con ondulaciones, su piel pálida como la nieve que danzaba del Polo Norte, sin olvidar sus facciones perfectas como el ser inmortal que era y esos ojos color zafiro extraordinarios, pero cuando caía la noche se convertían en la coloración del mismo infierno.
Estaba lista.
Mi vestimenta era algo casual, una camisa gris de verano con un estilo femenino en los hombros, pantalones negros y mis botines grises que hacían juego con la camisa. Por un momento, mi sentido del olfato revelo un aroma exquisito que proviene del piso de abajo, despertando algo salvaje en mi apetito.
Ella estaba en casa.
Vanessa Dochas, conocida como la espada sanadora, mi madre.
Es inusitado tenerla en casa, generalmente pasa fuera por "cosas del trabajo", es una de las lideres de los doce espadas del mundo sobrenatural; son encargados en mantener el orden de ambos mundos. El mundo humano tiene un encantamiento poderoso llamado Tricher, crea el efecto engaño en los humanos, ocultando la verdadera forma de los seres sobrenaturales, fue creada por mi madre con la ayuda de otra espada. Hay cuatro espadas que se encargan del mundo humano, mientras que las restantes se encargan del mundo sobrenatural.
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Aromas Y Destinos
RomansaAromas y Destinos, es una historia llena de misterio, romance, fantasía, en la cual no podrás dejar de leerlo, un mundo donde no hay reglas, un mundo donde simplemente tu imaginación volara buscando la libertad del mundo real.