Reglas

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(tn)_____

Ha pasado un mes desde que Negan me trajo al Santuario. Aún sigo afectada por lo que pasó  pero evito pensar mucho en ello.

-¿Para qué me mandaste llamar?- le pregunté cuando apenas entré a la habitación en donde sólo había una mesa con varias sillas. 

-Siéntate, hermosa- me señaló una de las sillas que estaba justo a lado de él. Lo hice -mira, linda... ya vez lo que pasó ayer en la noche- sonrió divertido, mostrando sus encantadores hoyuelos, mientras que yo desviaba la mirada sonrojada -mírame cada vez que hable- cambió su tono de divertido a serio así que instantáneamente lo miré -las palabras que utilicé... "a Papi le gusta", "complaces mucho a Papi" u otras palabras que están relacionadas con Papi- asentí. Soltó un suspiro -quiero jugar... quiero jugar un rol- con sus codos se sostuvo mientras entrelazaba sus propios dedos mirándome fijamente -un rol donde yo sea tu Papi... ¿qué dices?- preguntó y antes de poder responder un "no estoy segura" continuó hablando -pero claro, como buen Papi tendrá sus reglas... y tranquila... ves las "esposas"- hizo comillas con sus dedos -que tengo, ya no lo serán, sino van a ser las que te ayuden a vestirte, arreglarte y ese tipo de cosas- terminó de hablar y se formó un silencio -¿y?- cuestionó.

-¿Cuáles serán esas reglar?- pregunté sin que casi me oyera. Se amplió su sonrisa.

-La primera, no te negarás ante tus castigos, si te has portado mal. Segunda, nunca decir malas palabras cuando esté Papi; si dices alguna grosería cuando esté yo presente, te castigaré. Tercera, no negarse a Papi a algo; si quiero tocarte, azotarte, dejarte marcada o alguna otra cosa, nunca te negarás, sino ya sabes, te castigaré. Cuarta, no me llamarás «Papi» cuando haya alguien presente; ya sea Dwight, o alguno otro, sólo me llamarás así cuando estemos ambos sólos. Quinta, no vas a hablarle a Simón, Dwight o a otro hombre a menos de que Papi te lo diga. Sexta, jamás poner celoso a Papi y si es así atente a las consecuencias, en especial él.-paró y tomó aire -Ven- me hizo un ademán con sus dedos en señal que fuera con él - siéntate en mi regazo- lo señaló. Así que cual sumisa obedecí, sentándome con cada pierna a lado de su cadera -ya estás aprendiendo- acarició mis piernas con sus manos -continuando... Séptima, NUNCA- resaltó la palabra -me dejarás con las ganas; así que si me provocas más te vale que así como me provocaste, así lo terminarás. Octava, tienes que ser una niña buena con Papi; por que si desobedeces te azotaré este hermoso culito que tienes.- subió sus manos y apretó mi culo, haciendo que soltara un gemido -Novena, siempre tendrás que estar a lado de Papi, pero cuando no quiera lo ordenaré y obedecerás. Y por última, décima, nunca vas a mentirle a Papi; si me entero de que mientes, serás castigada.- hizo una pausa para volver a tomar aire -esas son las reglas.

-¿En qué consistirán los castigos?- pregunté alejando mi timidez y mi vergüenza... ¡Esto suena excitante!.

-Azotes, principalmente- me miró fijamente -¿entonces?.

-Acepto, Papi- me agarró de la nuca y me atrajo a él para besarme salvajemente.

Se levantó conmigo y me sentó en la mesa, quitándome mi blusa, y con una de sus manos llevarla hacia mi espalda y quitar mi sostén. Pero se separó del beso dejando un delgado hilo de saliva de nuestras bocas. Alejó su cuerpo del mío para luego ir a la puerta, quedando extrañada. Fruncí el ceño.

Me iba a bajar de la mesa pero su voz suena.

-No te bajes, quédate ahí- lo ví -no te muevas- obedecí y oí un «clic» -sólo le puse seguro para que nadie entre- caminó hacia mí y volvió a pegar su cuerpo al mío -¿crees que te iba a dejar cuando me tienes así?- preguntó pasando su miembro en mi sexo.

Retiré su inseparable chaqueta de cuero, igual que su camiseta blanca. Bajó sus besos a mi cuello, sintiendo el piquete de su barba de unos cuatro días, mientras que yo también bajaba mis manos de sus hombros al inicio de su pantalón.

Primero quité el cinturón para después su botón y bajar su cremallera.

-Que niña tan traviesa eres- oí su voz, bajando de mi cuello a mi pecho izquierdo.

-¿Hago mal, Papi?- pregunté con tono inocente.

-Pero por supuesto que no- amplió más su sonrisa.

Daddy, ¿En Un Apocalipsis? ‹Negan Y Tú› HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora