Star Trek Maquis

Arranque

Se desquiciaban los llantos de los colonos a medida que Kentel dejaba la sala de "espera" y se aventuraba hacia la sala de reuniones.

- Los colonos de Pauunia Prime ya sabían de hace tiempo del tratado, sin embargo no todos se lo tomarían igual, algunos buscarán venganza.  - Advirtió Kentel,  interrumpiendo la charla de los almirantes con el representante de la flota en la colonia

- Sentimos tanto como usted que la única manera de hallar la paz sea entregando las siete colonias. - Dijo el almirante Brand.

- Dudo que sientan algo, a ustedes les importa un comino su gente, solo les importa su federación y su reputación.  Como presidente de Pauunia Prime les declaro indeseables, a ustedes y a cualquier hipocrita xenofilo de su dudosa federación.

- Lo que usted diga señor Kentel, les enviaremos mañana un delegado para informar a todos del reasentimiento - Dijo el almirante sin mirar a los ojos a Kentel.

Los almirantes se retiraron y no tardaron en montarse en su nave y abandonar el planeta.

Kentel se quedó pensando, estaban a 1 semana de abandonar sus hogares, sus huertos y sus talleres.

Salió de la habitación, se encontró a decenas de colonos haciendo una fila militar sosteniendo algunas de las herramientas de ingeniería.

Entre toda la gente, salió el Comandante Dyxon, y dijo:
- Esta tierra no pertenece a la federación, y mucho menos a los Cardassianos, este planeta pertenece a los que lo habitamos, tenemos ese derecho y nadie puede negarnoslo.

Voy a dimitir de la flota para servir a mi mundo, Pauunia Prime.

(Aplausos y halagos entre los colonos)

Ahogado de la emoción, Kentel miró a los ojos a todos aquellos que estaban y dijo:

- Siento comunicaros que estamos solos, nadie se preocupara de nosotros.
Los que vayan a luchar quiero que me vean mañana a primera hora en el cuartel, los que prefieran ser reasentados que cojan sus pertenencias y se pasen esta tarde a mi despacho, me quiero despedir de ustedes como es debido.
Pueden retirarse.

¡Si, Señor! - Exclamaron.

Kentel se quedó preocupado, en una semana Cardassia reclamaria las 7 colonias.

Decidido, se puso en contacto con los otros lideres coloniales, se quedó asombrado al descubrir que los colonos de Pauunia no lucharian solos, los de las otras 6 colonias derramarian sangre junto a ellos.

Contento, nervioso y preocupado,  se tumbó en su cama, y mirando al techo de cristal por el que alcanzaba a cientos de estrellas de un simple vistazo, durmió.

Sonaba la alarma tan irritante como siempre, no se molestó a desactivarla, se fue directamente al cuartel, necesitaba saber cuantos lucharian junto a el cuanto antes.

Fue al cuartel y se quedó de piedra, había cientos de colonos allí reunidos 1 hora antes de la indicada.
En cuanto entró todos dejaron sus charlas y le saludaron, había allí de todo, humanos, medio Klingons, Andorianos, Denobulanos,  etc.

Entró a su despacho sonriente y comenzó a preparar la reunión.

Una vez terminó, salió de su despacho, para su sorpresa alli se encontraba aun mas gente, entre ellos los dirigentes de las otras colonias.

Muy asombrado los trasladó a todos al edificio de conferencias el cual se llenó rapidamente, miles de colonos de Pauunia, los dirigentes de las otras colonias y cámaras por las que las otras 6 colonias oirian su discurso.

Kentel comenzó:

- No somos la federación, no esperéis compasión, ni por nuestra parte ni por la de nuestros enemigos.
Los Cardassianos han matado a millones en la guerra contra la federación, ¿Y qué hace la federación? Abandonarnos. ¿Qué podràn hacer unos simples colonos?  ¿Que pueden hacer unos artesanos, unos musicos, medicos o agricultores contra el Imperio Cardassiano?

La pregunta es que no podemos hacer, os miro y no veo a colonos enfadados, veo a luchadores, guerreros, que daràn su vida sin dudar para que nadie mas tenga que sufrir por Cardassia.

Esto es una causa perdida, habéis venido toda Pauunia, sedientos de justicia, vamos a hacer lo que la federación no puede hacer con su diplomacia y tratados, llegaremos donde nunca han llegado unos simples colonos, y de aquí meses, años o décadas, nos reuniremos aquí todos para celebrar nuestra victoria. Cuando no haya ningún Cardassiano en el sector, ¡¿Que digo!?, en el cuadrante, en ese momento volveremos a ser lo que somos, simples colonos, hasta entonces coger las armas y prepararos