Carta de un amor imposible

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Mi querido Moz:

Esta es la carta número... Vaya, perdí la cuenta, pero eso no importa. Han sido tantas cartas que te he enviado y sigue siendo divertido jugar a la identidad misteriosa contigo; igual de divertido es ver tu cara de emoción cuando las recibes e intentas adivinar de donde provienen. Todo sobre ti es divertido.

¿En verdad deseas conocerme? Porque he de decirte, mi adorado Moz, que preguntar a tu casera hasta el fastidio no te servirá de nada; tampoco creas en la bella Liszt cuando dice que sabe quien soy.

Oh, no. Ninguno de ustedes me conoce.

Debes ser paciente, mi lindo Wolf. Recuerda que la broma perfecta requiere tiempo, planeación y espera. ¡Y que difícil es la espera! Pero al final, cuando ves el resultado, tu rostro se ilumina y tu risa llena el aire. Nadie disfruta una buena broma como tú. En cierto modo es una inteligente comparación de nosotros: somos una cruel broma del destino. Pero, ¿quién será la víctima de ella? ¿Y quién es el que reirá al último?

Pensarás que comienzo a hablar como Beto, y no puedo negarlo: en ocasiones tengo cierta visión fatalista de los asuntos. Y hablando de ese buen amigo tuyo, ¿sabes que sigo sintiendo una punzada de celos al verlo junto a ti? No me malinterpretes, como te he dicho antes sólo desearía pasar los días a tu lado, como tus amigos lo hacen.

¿Crees en los amores imposibles? La pregunta suena tonta considerando que eres tú quien la leerá. Eres el gran Mozart, Amadeus, quién siempre creerá en el triunfo del amor. Pero deja que te diga que hay tipos de amores que aún no has conocido, que van más allá de lo que pudieras imaginar; y esos amores no tiene final feliz.

Me he ido por un rumbo depresivo, y no quiero ser la causante de esa musik tan tétrica que escoges para estos momentos: eso sólo provocaría los gritos de Schu, y no queremos eso. Pero amo toda tu musik, ya lo sabes, igual que te amo a ti.

Bien, prometo ser más positiva en la próxima carta. Cuídate y sigue haciendo feliz a los demás.

Tuya siempre,
una dama sin nombre.

P.D: Lamento no poder recibir tu correspondencia, pero enviar cartas desde un universo diferente es complicado. Si aún quieres intentarlo pregunta a Chopin, tal vez tenga una solución.

Recuerdos, sueños y musik [Libro 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora