Todo Por Ti (Terminada)

LO EXTRAÑA QUE ES LA VIDA

LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INEDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI

LO EXTRAÑA QUE ES LA VIDA

*Darien*

Dominic se aferra a los brazos de mi madre sollozando y a punto de caer rendido, no soy capaz de sostener la mirada triste de mi madre, inclino min rostro mientras las lágrimas caen por mi mejilla mezclándose con la tierra bajo mis pies.

En cuanto el ataúd empieza a bajar hacia el oscuro hoyo en la tierra caigo desplomado de rodillas en el suelo, mi llanto se hace más grueso y lloro sin que me importe un comino lo que los demás digan, solo me dejo llevar por el dolor y la culpabilidad de no haber estado junto a ella cuando más me había necesitado.

—Darien.

—No—le espeto a Andrew, siento un apretón en el hombro luego solo escucho sus pasos alejarse.

—Déjenlo solo—escucho la voz de Mamoru mientras se aleja con mi madre entre sus brazos.

Después de varios minutos todos se han marchado.

—Está en el cielo—una pequeña voz me hace levantar el rostro, los bonitos ojos de Selene me observan llenos de lágrimas—Mami...—hipa—mami dice que está en el cielo...y que...que tiene dos bonitas alas de color blanco... ¿verdad mami?

Sus ojitos se desvían hacia ella, de pie sosteniendo su mano, mis ojos siguen su mirada para encontrarme con una Serena absolutamente triste.

—Si...así es cariño.

—Sele—murmuro muy quedo—medas un abrazo—la pequeña asiente lanzándose a mis brazos.

—Superman no llora—al escuchar su suave voz solo me deshago en más lágrimas, Alexa recién había conocido a su hermana y ya la amaba, ahora solo se había marchado de este mundo sin ver crecer a esos dos pequeños que solo deseaba proteger.

—Ven aquí—Serena me toma por el brazo ayudándome a levantar, aun así me reusó a soltar a Selene—Sera mejor que nos vallamos de aquí está empezando a llover—No había sido consciente de ello solo hasta el momento en que Serena lo menciono.

Caminamos en silencio hasta llegar a un auto Serena abre la puerta para mí y me monto en el sin decir nada.

Después de varios minutos de camino Selene se ha quedado profundamente dormida en mis brazos, lleno mis pulmones de aire mientras cierro los ojos tan fuerte como puedo, con todo lo que había sucedido no había podido solucionar nada con Serena.

Ahora no estoy seguro de nada, ni siquiera de si merezco su perdón por haberla dejado de lado después de lo que Rei me dijo.

Giro mi rostro a la izquierda, Serena se muerde su labio inferior con fuerza mientras pesados sollozos brotan de si sacudiendo su cuerpo.

Limpio sus lágrimas con mi mano ordenándole que se estacione, ella niega.

—Tengo que ser fuerte—señala con su mentón a Selene—ustedes dos me necesitan—levanta su hombro y termina de limpiarse sus propias lagrimas— ya hablaremos

—Lo siento—digo sincero.

—Lo sé, y es por eso que aún estoy aquí...te dije que esta vez no me iría y no lo hare, ahora solo no hables llevas tres días en ese estado.

Trago con dificultad el nudo que se ha hecho en mi garganta.

—Es mi culpa, ella me necesitaba y yo...solo la deje sola.