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-¿que acaso eres idiota?- mas que una pregunta parecía una afirmación por parte del blanquecino

-¡ya te dije que no fue mi culpa!, maldito despertador- susurro lo ultimo con un toque de frustración

-como sea, solo apresurate- bufo mientras disimuladamente espiaba  por el rabillo del ojo a su amigo

Si bien le ganaba por escasos centímetros al omega (de seguro por sus estúpidas hormonas de alfa) este siempre tendría unos hombros envidiables que a pesar de ser bastante anchos no le quitaban ni un poco de ternura a su cuerpo, aunque Jin era alto su estructura delgada (sin llegar al extremo) y su diminuta cintura lo hacían ver la cosa mas abrazable del mundo, aunque claro eso nunca lo admitiría en voz alta

Yoongi sabe que él pelinegro odia su cuerpo, "es muy poco imponente, pequeño, estúpido y frágil sin importar cuanto ejercicio haga" siempre sera la oración que el omega mencione cuando le digan lindo

-¡hey, Yoongi-chi!- exclamo para llamar la atención de su amigo,quien a pesar de no parar de observarlo parecía no prestarle atención realmente

-¿ya nos vamos?- fingió desinteres

-¿me veo bien?- pregunto él mas bajo

Lo observo un momento y no pudo evitar pensar "siempre te vistes igual" , unos jeans algo flojos, una sudadera negra algo grande (según su amigo para ocultar su vergonzosa cintura) y unos converse, todo acompañado de su peinado de chico malo para verse mas "temible"

-igual que siempre Jin- soltó una risita al ver como su amigo rodaba los ojos

-se supone que tengo que verme mejor que siempre, me vesti lo mas alfa que pude, es el primer dia y no quiero que nadie sepa lo que soy- su voz denotaba angustia

El peliazul se levanto de la cama ajena y tomo a su compañero por los hombros, un brillo se instalo en los ojos de  Jin esperando las alentadoras palabras que le diría

-seré sincero contigo, te vez mas alfa que yo- estaba a punto de abrazar a su amigo cuando este siguió hablando -pero tu peste te delata, todos lo sabrán antes de que siquiera hayas cruzado la entrada- su rostro era inquebrantable, eso hasta que se soltó en carcajadas mientras era golpeado por unas manos poseedoras de los dedos mas chuecos que había visto nunca

I'm not your toyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora