III

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Revisaba su celular cuidadosamente mientras subía el elevador, luego de que las puertas se cerraron presionó el botón para comenzar a subir y una pequeña sonrisa se dibujó sobre sus labios. Se preguntó entonces si estaría enloqueciendo por siquiera considerar la posibilidad; sin embargo lo sucedido le daba un fuerte indicio de que quizá no era tan imposible como parecía.

Una vez las puertas se abrieron nuevamente, salió y avanzó por el pasillo hasta la puerta del fondo y ni bien levantó su mano, se detuvo al escuchar ruidos un tanto extraños. No, eran voces... Se vio en la necesidad de acercar su oreja a la puerta; quizá no era propio de su ser el espiar tras las puertas pero tenía un mal presentimiento.

— ¡Quítate de encima! —escuchó gañir a Kyungsoo y no necesitó nada más para comenzar a digitar la clave de acceso al departamento.

Apenas la puerta se hubo abierto, sus ojos casi se salen de sus cuencas al ver a Jongin sentado sobre el abdomen de Kyungsoo, con ojos llenos de furia y lo más alarmante, las manos alrededor del cuello ajeno mientras el más bajo forcejeaba por liberarse.

Momento de retroceder un poco...


...


Estaba exhausto y además tiritaba; los encargados de la producción le cubrieron con una manta pero Kyungsoo sabía que la estúpida escena donde se suponía que accidentalmente la protagonista bañaba en agua helada al personaje del tonto Jongin, no había salido muy bien y eso había aprendido a leerlo en la cara de la directora.

Llevaban tres tomas y la mujer parecía querer arrancarse los cabellos; Kyungsoo no se quedaba atrás, estaba cansado de ser bañado y de que tuvieran que secarle el cabello cada dos por tres para repetir la escena. De a poco, Kyungsoo pudo ver a Taemin acercándose, luciendo una mueca entre preocupación y extrañeza.

—Amigo, ¿qué pasa contigo? —Refunfuñó el castaño—. Olvidas tus líneas, pasas por alto las marcas, tus expresiones parecen forzadas, además...

—Bien ya entendí, lo estoy haciendo mal —interrumpió Kyungsoo quien estaba cansado de recibir sermones de parte de casi todo el mundo allí. Sólo faltaba que la encargada de los servicios generales le dijera que estaba actuando horrible. ¡Él era cantante, no actor!

—Tal vez necesitas unas vacaciones; es decir, prácticamente no has parado desde que debutaste como actor.

—Creo que en definitiva eso es lo que necesito; sin embargo no creo poder darme ese lujo, eso sería como darme por vencido y no le daré ese gusto —rumió el otro, entrecerrando sus ojos.

— ¿De qué hablas? No tienes que rendirle cuentas a nadie, estoy seguro de que Soohyun entenderá —Taemin estaba desconcertado y ahora más preocupado. Cada vez que le sugería a su amigo que tomará unas vacaciones éste se rehusaba y sólo le faltaba pegar el grito en el cielo.

Jongin se portaba cada vez más extraño; era un poco menos caprichoso e incluso menos obstinado; sin embargo también estaba actuando muy mal, era como aquellas épocas en las que el chico sólo soñaba con ser un gran actor.

La idea de dejarlo por un momento aunque fuera, no era una opción para Kyungsoo, estaba en una competencia con Jongin... Ahora que lo pensaba, desde que había conocido a ese chiquillo torpe, su vida sólo se había convertido en una competencia con él. Como cuando eran un par de adolescentes que se conocieron por primera vez siendo trainees de SS Enternainment y decidieron comprobar quién podía conquistar primero a Soeun. No contaron con que mientras ellos estaban ocupados mirándose mal, la atención de la susodicha se había centrado totalmente en Taemin.

Yo soy tú, tú eres yo Pt 6 (KaiSoo)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz