La luz de la mañana que se colaba por su ventana con la aparente intención de arruinar su plácido sueño, había cumplido con su cometido; sin embargo era terco y algo dormilón así que aun cuando sus párpados comenzaron a moverse, se volvió hacia el otro lado con la esperanza de volver a dormir. Se sentía tan agotado que de ser por él, no abandonaría esa cama por los próximos veinte años; infortunadamente ese día como todos los demás, también tenía un montón de cosas por hacer y sólo estaba esperando a que el estúpido despertador sonara -ciertamente había estado deseando lanzarlo por la ventana desde el primer día en que despertó en un apartamento que ni siquiera era el suyo pero aunque se hubiese atrevido a hacerlo, sabía que no podría detener a su despertador humano-. Soeun quien seguramente jamás había tenido que hacer eso con el enano diabólico, había sido advertida por Taemin, cuya labor era literalmente su diario vivir.
Dicho y hecho, nada más desactivar el despertador escuchó pasos venir de la sala. De haber sido alguien más, probablemente habría entrado en pánico procediendo a gritar horrorizado pero no Jongin, porque sabía bien que para nada se trataba de un ladrón. Los pasos se escuchaban más cercanos cada vez hasta llegar a la habitación y el antedicho dejó escapar un suspiro de resignación porque se había acabado su descanso.
—Hey, es hora de levantarse, Kyungsoo —escuchó decir a la inconfundible voz de Taemin—. Me extraña que sigas en la cama a esta hora, ya te pareces a Jongin, quizá estar tanto tiempo allí dentro te hace adquirir de a poco sus hábitos —el recién llegado se desplazaba por la habitación para terminar de abrir las cortinas y así dejar que la hermosa luz natural inundara el lúgubre ambiente.
De pronto las mantas fueron lanzadas lejos, revelando a un Jongin con los cabellos alborotados que no tardó en sentarse de sopetón sobre el mullido colchón. No podía creer lo que estaba sucediendo así que con el ánimo de comprobarlo salió disparado hacia el baño, se puso frente al espejo y al ver el reflejo en éste, pudo morir de emoción. Regresó de prisa a donde estaba su amigo y se lanzó sobre él, comenzando a llenarle las mejillas de besos sonoros.
—De acuerdo —comentó el otro con dificultad—, esto ya se tornó un poco... muy aterrador —Taemin yacía en el suelo bajo el peso del más alto.
—Tae, soy yo —Jongin esbozó una sonrisa de oreja a oreja.
— ¿Amigo? —el castaño abrió los ojos de más por un instante.
Momento de retroceder...
...
—Repite eso una vez más, por favor —pidió Taemin sin dejar de mirar al par de muchachos frente a él, aun cuando se dirigía a su prometida.
Jongin y Kyungsoo se veían por demás incómodos, como si fueran unas extrañas especies siendo analizadas en un laboratorio bajo la atenta mirada de un científico. Soeun por su parte no hizo más que dejar salir un suspiro de resignación pues ya le había explicado más de tres veces la situación a Taemin, pero no podía culparlo del todo por no poder comprender, aún ella misma no terminaba de convencerse de los extraños acontecimientos.
De no ser porque antes de que su prometido llegara, habló muy seriamente con sus amigos, los cuales sin vacilar confirmaron la loca teoría; probablemente hubiera comenzado a pensar que se le había zafado un tornillo o algo por el estilo.
— ¿Quieres dejar de mirarme como si tuviera tres ojos? —refunfuñó Kyungsoo, cruzado de brazos y luciendo irritado.
—Para el caso es prácticamente lo mismo —Teamin se encogió de hombros, sintiéndose extrañado al ver el ceño de su amigo tan fruncido. Debía admitir que ese gesto sí que era característico del más bajito—. La verdad es que sigo esperando a que me digan que esto es una broma de muy mal gusto.
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Yo soy tú, tú eres yo Pt 6 (KaiSoo)
FanfictionLa vida es un montón de sorpresas tras otras. Existen muchas cosas que juraríamos que nunca nos podrían pasar... Kai era el actor del momento; el más popular entre los medios y a quien cualquiera tener en sus producciones. D.O. era el cantante más p...