TE QUIERO

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  Gracias por todas las sonrisas que me causas, por las mariposas en el estómago. Gracias por ser la grandísima persona que eres, por todas las risas que me sacas cada día, por las tonterías y las situaciones graciosas que pasamos. Gracias por hacer que mi vida sea mejor por tenerte a mi lado. 

  Hoy veo en retrospectiva y me doy cuenta de lo mucho que me has cambiado desde que llegaste. Bastaron tan sólo unos días para comprender que algunas personas llegan a tu vida para desmoronarte la tristeza, para descoserte esas risas que pensabas que eran una herida si las sacabas a la luz del día, a descontrolarte los nervios, los sentimientos, las canciones. Y eres tú, eres tú quien me hace querer no morir y ser por siempre joven, y al mismo tiempo me haces querer envejecer a tu lado. Y veo cómo las horas se pasan como agua en mano siempre que estoy a tu lado. Antes de ti era una sombra en forma de nube que se paseaba por la vida tratando de contenerse la lluvia, pero que, un día, sin más pensar, apareciste como el arco iris al final de la tormenta, y me haces bailar a cada paso que voy. En cada tormenta en la que entró estás tú, que eres Sol, brillando, radiante, atravesando mi ser para llegar a colar tus rayos por mis grietas. Me quieres rota y por eso te quiero con todos mis pedazos. No preguntaste el porqué de mis cicatrices, sino, más bien, también te desnudaste las tuyas y yo, que siempre le he temido al amor, las besé y las hice mías. Mías y de nadie más. 


Me dices al oído que tienes miedo de perderme y te susurró al hombro que no hay mayor miedo que los principios, pero no temas, no lo hagas, no temas a ser feliz, no temas a ser feliz a alguien más.

Si supieras lo importante que son los besos que me das cuando nadie mira, cuando todo calla, incluso aquella ciudad que nos vio darnos nuestro primer beso, fue hermoso

Dos pueden atraerse como el metal y el imán, pero luego estamos nosotros, que no importan las fuerzas que traten de separarnos, porque el universo nos unió para forjarnos a ser algo inmortal en alguno de sus rincones.

Quiéreme. Quiéreme, y no me sueltes jamás.

No dejes que pase frío, que me haga daño el invierno, que el viento traiga de nuevo aquella persona a la que maté y enterré en el pasado, no dejes que vuelva a ser lo que un día fui. Toma mi mano y haz de ella un universo aparte, distante, en donde podamos ser felices tú y yo.

Al final de la tormenta, uno encuentra a alguien con quien querer pasar todos los días, incluyendo los nublados y los soleados, los malos y los buenos, los grises y los de colores, a su lado.

Espera...

Tengo miedo, ahora soy yo quien tiene miedo de que me sueltes y me dejes ir como piedra en una corriente. Sé que soy dura de roer, pero también sabes que puedo llegar a quemar, tanto así como para encender una llama en el corazón más frío.

Te quiero, R.

Sabes que llegaste a mi vida para salvarme del naufragio, mi mejor caída has sido tú, utilizas tu sonrisa para curar mis heridas.

Te prometo que tu corazón, que te lo han roto en mil pedazos antes, intentaré coser, al igual que tus alas, tus miradas tristes.

Arreglaré tus días, tu vida y tus noches.  

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2018 ⏰

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