Del poco dolor he aprendido la importancia que una sonrisa como la tuya puede generar, de la soledad descubrí lo mucho que adoro pasar tiempo contigo aunque la verdad es que solo te veo dos veces a la semana.
Sufrí y se que tu tambien lo hiciste incluso mucho más; abrace la soledad cómo la única que podría entenderme y consolarme, me convertí en una mera observadora. Veía cómo la gente caía y muchas veces no se levantaba, pero cuando lo hacían se convertían en mejores personas. Encontré amores que empezaron como llamas tan grandes y ternuras inimaginables pero al final ya no pudieron seguir juntos o igual se extinguieron por querer seguir unidos y murieron en la amargura que empezó en lo más hermoso. Encontré otros que de la nada hallaron amor y esperanza en el corazón del otro y nunca perecieron.
Y la emoción que me provocaron esas personas me hicieron alejarme de la soledad, para actuar y ver que me deparaba la vida; acepte golpe tras golpe, caída tras caída y ahora que estoy frente a ti, me siento ante un gran desafío y a la vez me siento tan agradecida de todo lo que tuve que pasar, porque estoy aquí gracias a ello. Puedo tomar tus manos, mirarte a los ojos, abrazarte y disfrutar cada una de estas cosas de la mejor manera posible. Doy gracias al cielo por haberte conocido y le pido y te pido, que te quedes más tiempo a mi lado, porque alegras mis días y les das dulces sueños a mis noches.
Te agradezco que me permitas estar a tu lado y ser productor de tus alegrías.
Te quiero.
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El diario de una chica
PoetryMe volví adicta, a unos ojos que ya no me miraban... Lose, que masoquista fuí, cuando podía no lo hice, y ahora que tanto quiero no puedo. Acepto, fue mi culpa, mi bendita culpa.
