Era una tranquila tarde a pesar de la lluvia. Tomaste un taxi con la intención de regresar a casa cuando tu celular vibro anunciando un mensaje, al abrirlo una dirección y horario aparecía como texto. Luego de ver la hora supiste que solo faltaban minutos y sin dudar le diste la dirección al taxista. Una vez que llegaste a destino dejaste a un lado el paraguas y te encaminaste despacio en dirección a las luces.
- ¿Tae? -Lo nombraste siguiendo el camino.
Tu boca se abrió despacio al ver cada retrato tuyo, tu mirada se dirigía a cada una de estas mientras tu mano cubrió tu boca. Caminaste hasta una de ellas y te sorprendiste al escuchar la voz de Taehyung; miraste a tu alrededor sin lograr verlo. Sin más opción, te dedicaste a oírle y mirar cada retrato cuestionándote cómo y cuándo logro tomarlas sin que pudieras saberlo.
POV TAEHYUNG
-Sé que te cuestionas el cómo, cuándo y el porqué tome estas fotos. Puede que en este momento pienses que soy un acosador y no te culpo, incluyo yo mismo lo pensé – Un suspiro y sonrisa se formo en tu rostro. – No sé cuándo o como comencé a sentir esta necesidad, solo sé que quería conocerte mejor. Habían ciertas cosas en mí que no entendía, no puedo escapar de ellos y por eso decidí comprender lo que sucedía. Esa foto que ves ahora - Tu mirada viajo alrededor del lugar buscándolo. – La tome cuando me di cuenta que combinamos perfectamente.
Sonreíste mirando al enorme retrato de ambos.
- TN aun no logro encontrar las palabras adecuadas… – Lograste escuchar un suspiro de su parte el cual te hizo reír. – Para decirte lo importante eres. Escucha atentamente porque no lo repetiré... Todos los momentos en los que no estuve contigo me parecían una verdadera tortura. Quizás hayan hombres mejores pero eso no me importa en realidad. Cada momento que compartí a tu lado me dejo saber que... ¡ME GUSTAS!
Escuchaste las últimas palabras detrás de ti. Tus sentimientos se encontraban a flor de piel al mismo tiempo que millones de emociones se mezclaban por dentro. Giraste a verle con lágrimas amenazando por salir; mordiste tu labio inferior y levantaste tu mano a la altura de su hombro, lo golpeaste despacio repetidas veces mientras el llanto te derroto, sin más comenzaste a llorar.
- TN…
Al oírle lo miraste y apretaste su campera, sin pensarlo dos veces lo jalaste hacia ti uniendo ambos labios en un cálido y dulce beso. Luego de unos segundos te separaste un poco susurrando.
- ¿Por qué tardaste tanto en decirlo? – Sonreíste. – También me gustas.
Unieron nuevamente sus labios pero esta vez con un cálido abrazo lo acompaño.