01

325 22 11
                                    

Llegar a vivir en una ciudad que no conocías antes, es totalmente un reto. Según mamá, habíamos vivido aquí durante mis primeros 4 años de vida. Pero para ser sincero no recordaba absolutamente nada, solamente un poco de nuestra antigua casa.
Pero los rostros, calles, edificios, todo era totalmente nuevo para mí.

- Vamos Corbs, ¿De verdad no lo recuerdas?- Mamá dijo con una sonrisa de impaciencia- Solías jugar aquí todo el tiempo- Agregó al ver mi cara de confusión.

- Ahora que lo dices, si que recuerdo un poco- le digo con una media sonrisa, pero en verdad no lo reconocía ni un poco.
Aunque a mi no me agradaba totalmente la idea de mudarnos a este lugar, no quería hacer sentir mal a mi madre. Si era por nuestro bien mudarnos entonces lo entendía, perfectamente.

- Queda muy cerca de casa, tal vez recuerdes un poco más en un rato- Mencionó mientras girábamos en la esquina de un parque.

Lo observé durante unos segundos y al parecer estaba un poco lleno. Había niños que corrían por todas partes o que jugueteaban en los columpios. Entre todos esos pequeños, se encontraba un grupo de chicos que hablaban animadamente. No parecían tener más de mi edad y una leve sonrisa apareció en mi rostro. Tal vez me pase por aquí en un rato.

Finalmente llegamos a nuestra antigua casa y era justo como la recordaba, un poco grande pero acogedora.
Mi madre, mi hermano y yo bajamos del coche y nos adelantamos a la entrada. Mamá abrió la puerta y un olor a viejo y humedad inundaron nuestros pulmones.

- Que mal huele aquí- dijo mi hermano con una mueca de asco.

- Abran todas las ventanas por favor- pidió mamá.

Después de hacer lo que nos pidió comenzamos a bajar las cosas del coche y del camión de mudanzas.
Terminamos al rededor de una hora en acomodar todo lo del salón principal y después cada quien se fue a sus respectivas habitaciones a terminar de desempacar.

Las paredes seguían pintadas de un color azul claro y mi cama individual pequeña seguía ahí, pero ni de loco seguía cabiendo ahí después de 13 años.
Vagos recuerdos de cuando era pequeño llegaron a mi memoria pero eran borrosos, sonreí un poco porque aunque los recuerdos eran muy lejanos sabía que yo era muy feliz cuando estaba ahí.

Acomodé todas mis cosas, bajé a la sala de estar y agotado me lancé al sillón.
Iba a ponerme a revisar mi teléfono pero luego recordé el parque que vi cuando llegamos, así que sin pensarlo dos veces me levanté del sillón y fui a avisarle a mamá que saldría a dar una vuelta.

- Está bien pero no regreses muy tarde y ve con cuidado- dijo para luego darme un abrazo.

- Eric- grité a mi hermano que estaba en su habitación- Saldré a darme una vuelta, ¿quieres ir?- le pregunté.

- No, gracias hermano estoy bien- me respondió.

Mi hermano y yo nos llevamos muy bien, éramos muy unidos y siempre ayudábamos a mi madre en lo que podíamos. Eric es solo dos años menor que yo pero mucha gente piensa que es mi gemelo.

Me dirigí hacia el parque tratando de recordar el camino y en menos de 2 minutos ya me encontraba muy cerca de él, mamá tenía razón.
Finalmente llegué y me senté en una banca bajo un árbol. Ya casi no había gente como hace un rato y el sol se estaba escondiendo, así que decidí colocarme mis audífonos y escuchar algo de música.
A la mitad de la canción me encontraba observando todo el parque lentamente. Me fijé en los pequeños juegos de colores brillantes para los niños, en los grandes árboles que se mecían con en aire, en las flores que adornaban y me di cuenta de que era un lugar que definitivamente visitaría más a menudo.

La tercera canción comenzó a reproducirse, cuando de reojo veo a un chico en una patineta haciendo trucos cerca de mí.
"Se va a caer", pensé, porque de verdad no le salían muy bien. Decidí ignorarlo para no ver el lamentable espectáculo que iba a hacer, pero un sonido fuerte hizo que me quitara los audífonos. Voltee en dirección al sonido y me di cuenta que el chico que iba en patineta estaba tirado en el suelo. Corrí hasta el por que de verdad parecía que necesitaba ayuda y sus amigos no se la iban a dar ya que estaban partidos de la risa.

- ¿Estás bien?- le pregunté dándole la mano para ayudarlo a levantarse.

- Si gracias, solo fueron unos rasguños en las manos, no es nada- dijo tomando mi mano para levantarse. Le ofrecí una tímida sonrisa y estaba a punto de dar una media vuelta e irme cuando el dice:

- Mi nombre es Jack, Jack Avery- comenta dándome la mano y con una sonrisa en su rostro. Era un chico con el cabello café claro ondulado y unos grandes ojos del mismo color.

- Corbyn Besson, pero me puedes decir Corbs- le dije dándole la mano con un fuerte apretón.

- ¿No eres de por aquí verdad?- preguntó- Chicos dejen de reírse y vengan acá- Gritó al par de chicos que se estaban riendo de él cuando cayó. Pronto estos dos llegaron a su lado aún riéndose un poco.

- No, acabo de llegar a la ciudad- le dije con una media sonrisa.

- Chicos el es Corbyn- Me señaló- Corbs, el es Daniel- Señaló al chico que estaba a su izquierda quien me ofreció una cálida sonrisa, tenía unos ojos azules increíbles y su cabello era castaño- y el es Zach- me señaló al chico a su derecha, su cabello era café, sus mejillas estaban ligeramente rosadas y tenía una gran sonrisa.

- Un gusto- les dije ofreciéndoles una sonrisa también y chocamos los puños.

- Jack debiste ver tu cara cuando caíste- Dijo Zach mientras se aguantaba la risa.

- Calla Zach, me las van a pagar por no ir a ayudarme- dijo Jack dándoles a cada uno un leve golpe en el brazo.

- Ya lo veremos- dijo Daniel riéndose junto con Zach.

- Y dinos Corbyn, ¿vives muy lejos de aquí?- preguntó Zach mientras que Jack tomaba su patineta.

- No, de hecho a solo 2 cuadras, no es muy lejos- dije.

- ¿De verdad? Yo vivo por ahí- dijo Jack.

Ellos me habían caído muy bien, los siguientes minutos habían sido de puras preguntas, bromas y risas por parte de los cuatro, pensé que por ser alguien nuevo me iban a tratar diferente, pero al contrario, ellos quieran saber muchas cosas sobre mi y me estaban tratando muy bien.
Seguíamos conversando cuando a el teléfono de Daniel comienza a sonar y atiende alejándose un poco de nosotros, pasaron un par de segundos, colgó y cuando regresó dijo:

- Chicos, era mamá- dijo a Jack y a Zach- Eso es señal de que es hora de irnos- agregó.

- Oh rayos, debemos correr- dijo Jack.

- Nos caíste muy bien Corbs, si quieres hablar un rato sabes donde encontrarnos, venimos todos los días, ¡Nos vemos!- dijo Zach mientras chocábamos los puños y salían corriendo rápidamente.

Oh si, definitivamente iba a volver, no iba a perder una oportunidad así de hacer amigos.

Algo especial || C.BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora