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Muy temprano en la mañana mi hermana y yo nos encontrábamos desayunando cereales en el comedor ninguna tenia apetito y ambas estábamos ansiosas por saber que había pasado con los chicos ni siquiera hablábamos nuestros teléfonos permanecieron junto a nosotras todo el tiempo no se escuchaba ningún ruido en casa no queríamos dejar de oír el teléfono de casa en caso dado que timbrara 8 de la mañana marcaba el reloj porque diablos no aparecían entonces justo cuando creí que iba a perder la paciencia sonó el timbre casi me bote al piso por correr hacia la puerta si era el cartero o algún tipo de venta juro que los asesinaba para mi suerte al abrir la puerta me encontré con tres vagabundos golpeados llenos de sangre y sucios pero no me importo abrace al primero motivo de mi desvelo de la noche anterior

— ¿Estás bien? —le pregunte mientras entrabamos en la casa

—Eso creo —levanto los hombros y se quejo cuando lo abrace fuerte

—Si esa es tu forma de asesinarlo no me imagino otras cosas —me dijo mi hermana a mis espaldas y entonces recordé el motivo de la pelea y me enfade de nuevo

—Como se te ocurre hacerme eso —dijo enojada mientras lo veía firmemente a los ojos

—Lo siento —dijo en modo de disculpa

—Pues muy bien que lo sientas porque tendrás que curarte solo —me di la vuelta y subí las escaleras entre a mi habitación y me encerré en el baño

Estuve meditando por unos minutos el no podría hacerlo solo teniendo en cuenta que no sabe como hacerlo y que es torpe con esas cosas respire profundo tendría que ayudarlo Alejandra no podría con tres apenas y podría con Chris y a mí me quedaban Justin y Ryan

—Justin, Ryan suban ahora si no quieren que baje por ustedes —grite desde mi habitación y en menos de diez segundos ambos se encontraban en mi puerta

—Haber siéntense los dos o se curaran mutuamente —me reí de mi propio comentario imaginándome la escena Ryan y Justin se rieron igual entonces me gire para verlos y se callaron en el instante mientras se sentaban en mi cama

Empecé a curarlos creo que no recibieron el mejor trato de mi parte y tampoco me interesaba que lo recibieran cuando acabe con Ryan le pedí que saliera de la habitación aun me quedaban cosas que hacer con Justin que al parecer estaba más herido de lo que aparentaba

—Ok ya lo siento no debería ponerme así —baje la guardia —Pero es que…porque me haces esto —me pare frente a él —Yo te pedí que no pelearas con el —me senté a su lado

—Lo lamento pero es que el me provoco —dijo y se paro rápidamente enojado para luego volverse a sentar quejarse del dolor

—Quítate la camisa necesito ver porque te duele —le pedí y me hizo caso tenía un gran moretón más parecido a una contusión es sus costillas

—Justin esto se ve muy mal —hice una mueca

—Seguramente es solo un morado y ya —levanto los hombros

—Fui al baño saque una crema que utilizaba para los morados y volví con el

Se la empecé a aplicar esta vez con delicadeza tampoco quería hacerlo retorcer del dolor se veía que estaba conteniendo el aliento para no gritar y no era para menos tenia una gran herida allí

—Ve a bañarte y descansa un poco —le dije cuando acabe de aplicarle la crema este no dijo nada y salió de mi habitación como un pequeño regañado

Me metí a bañar también necesitaba descansar un poco desde arriba se escuchaban las risas de Ale y Chris eran una linda pareja casi nunca los veía discutir aunque no veía mucho de su relación era tan privada que difícilmente te dabas cuenta de muchas cosas me puse algo cómodo y ligero baje a la biblioteca y tome “Amor en los tiempos del cólera” volví a mi habitación tome el separador e inicie la lectura

Si tan solo no fueras tan egocéntricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora