Entrar con cajas de cerveza, llevar botellas de whisky y dársela a la chica Scout... Instalar luces y cañón láser.. Y juntar agua para el baño... Antes que nada debo decir que el lugar escogido era un lugar en abandono... Una genial mierda de adobes tristes, el piso tan a desnivel y con grietas... El techo lleno de telarañas y no nombrare el baño... Porque acabo de cenar en este instante... Pero teníamos lista la laptop el controlador y parlantes violando nuestros sentidos... Eramos alrededor de cincuenta almas nostálgicas y ebrias ... Y era el lugar perfecto para destruirnos.
Lo llamamos como en las historias de terror de los Simpsons... Y era una oda a la mayor de las pendejadas que se nos ocurrió esa noche. Volvamos a mis primeros cigarros y su sonrisa que me había cautivado un tiempo atrás... No sabía que era el interés de alguien más en esa noche... Pero como siempre había previsto que sería la mejor noche de mi vida... A la mierda que no conozca a nadie en persona en esa noche, ni que todos fuéramos distintos e iguales a la vez.. Y me llegaba al pincho si ese día moriría en ese lugar olvidado de Dios... Estaba junto a la chica que me gustaba... Estaba junto a ella.
Al acabarse las primeras botellas de whisky y las mezclas de la niña Scout, decidimos hacer la clásica chanchita... Que en idioma peruano significa hacer colecta de monedas o algún billete sorprendente y comprar todo lo que se pueda en la tienda de licores... Y decidí hacer mi primer movimiento... Las monedas de 2 soles llenaban las manos de Chicho... Con su chamarra de espía del FBI y cuando llegó mi turno saque un billete de 10 humildes soles... No quería impresionar a nadie, solo pensaba en tomar y bailar con esos agradables desconocidos y las melomanas del grupo y me guarde la risa cuando Chicho me miró feliz y me dijo: Putamadre weon!! Con eso compramos una caja entera!! Luego de eso todos se me acercaron a preguntar si era el mismo que hacía tan buena joda y que pasaba tan buena música por Facebook... Converse de todo con las chicas y al llegar las cinco cajas de cerveza empezó todo... Nuestro enfermo baile, porque bailamos mejor que los putos reggaetoneros, y nuestras elitistas chicas de esa noche llenaban el único baño disponible y sin agua para disimular el olor a orines... Los rayos láser que atrajeron a los pirañas del barrio y que pensaron en entrar... Y los cincuenta hermanos de esa noche listos para asesinar a todos y a nosotros mismos... Que gracias a alguien en la eternidad no pasó a mayores.
Retomo otra vez y recuerdo que ella se había confundido con los demás y de la oscuridad sale la chica que amaba discutir conmigo me habla al oído y tal vez sea que era evidente o que demonios... Lo sabía ella también... Y me dijo que guardaría el secreto si bailaba con ella... Y baile... Baile porque esa era la idea... Baile porque descubrí que eso es lo que amó de mi ella.
