Diciembre de 1996, Seúl.
La suave y aterrada mirada de su amada la tranquilizaba, en su mente todo estaría bien.
-Tengo miedo -apretó su mano- tengo una hija por quien ver y... realmente no quiero morir así...
-Tranquila, mírame a los ojos. Sana es una niña inteligente que sabrá resolver su vida. Confía en mí, amor. Confía en mí ¿puedes hacerlo? -miró con esperanza a los ojos de la otra quien contenía las lágrimas.
-Oh, Dios. Si no confiara en ti no estaríamos aquí, en esta situación -trató de sonreír a lo que la otra movió su cuello para poder darle un beso.
-Lo siento -lloró por un segundo, los papeles habían cambiado, ahora era ella quien tenía miedo- Jihyo... santo cielo Jihyo perdón. Perdón Sana, perdóname amor -quiso mirarla a los ojos, en verdad deseó hacerlo, pero la culpa no se lo permitía
-Oye, oye. Tranquila, amor escúchame: esta decisión fue de ambas, nadie me obligó. Ambas sabíamos que esto era peligroso, lo sabíamos perfectamente. Sin embargo, decidimos estar juntas. No hay nada malo en escoger el amor -apretó la mano de la otra- nuestras hijas estarán bien. Lo sabes y lo sé. Ahora solo siente mi mano, recuerda la sensación. Te veré después de la siesta amor, no lo dudes -dijo con dudas en su interior
-Hasta mañana -lloró la otra, sabía que no habría un mañana.
El gas del motor empezó a llenar sus pulmones, ambas empezaron a toser sin poder recuperar ni un poco de oxígeno. Era el final, ambas lo supieron desde el primer momento en que escucharon ruidos en la cochera. Ambas apretaron la mano de la otra y cerraron los ojos. Una gritó "Sana, cuídate bien. Lo siento" y la otra prefirió decirlo en su mente, llorando.
Sana Minatozaki
Nacida en 1983, hija única y sin información acerca del padre. Vivió con su madre hasta los 13 años pues poco antes de su cumpleaños número 14 su madre murió atada a una silla en una cochera en los suburbios de Seúl.
Con 35 años y una carrera de gastronomía, Sana se dedicaba al local que con muchos años de esfuerzo logró levantar. Era una pequeña cafetería llamada "Le moteur", la única a cargo de la cafetería era Sana, aunque tenía una ayudante, o empleada llamada Dahyun. Para Sana la cafetería representaba todo su esfuerzo y lucha, era un recordatorio de su madre, incluso por el nombre de la misma.
La cafetería se encontraba en una calle de tráfico medio, era una calle aledaña a donde se encontraban grandes corporativos y oficinas. Por lo que en la hora del almuerzo, la cafetería tenía buenas ventas. Sana nunca decidió un menú establecido de sus platos fuertes, por lo que diario cambiaba los platillos. Era una ardua labor, pues Dahyun era quien tenía que ir por los ingredientes frescos hasta el mercado más cercano, que quedaba un poco retirado, además, iba en bicicleta de carga. Sana tenía que ser rápida y decidir el menú para poder imprimirlo en una hoja que pegaba todos los días en la puerta.
Sana tenía un excelente sentido del gusto y olfato, además de que lo visual era su fascinación. La cafetería era de tamaño medio, no grande, no chica. Tenía una barra donde servía los cafés y tés; una vitrina que mostraba el menú del día y los postres que siempre eran los mismos. Detrás de la barra se encontraba una puerta que daba a la pequeña cocina, donde la magia de Minatozaki cobraba vida.
También contaba con un pequeño baño en la esquina lateral un poco lejos de la barra, había 5 mesas para 4 personas y 2 mesas para únicamente 2 personas. Tenía paredes y puertas de cristal a excepción de la cocina y el baño, evidentemente. Todos los días Sana se levantaba a las 5 de la mañana y salía de casa a las 6, llegaba a la cafetería a las 6:20 y Dahyun ya estaba ahí, limpiando las mesas y el piso, arreglando los floreros con las flores que habría comprado minutos antes en la florería de la glorieta de la esquina. Después de 15 minutos de discutir sobre el menú, elegían los platillos, aunque la última decisión siempre la tenía Sana. Dahyun marchaba en busca de los ingredientes y regresaba alrededor de las 7:40 u 8:00 am. Durante la ausencia de la menor, Sana se dispone a calentar y prender la cafetera, moler el café y arreglar las tazas. Tenía una linda promoción de "café y té gratis todos los días presentando tu ID de trabajador, de 7 a 8 am".
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Hypnosis. [SaHyo]
FanfictionDe vez en cuando recuerdo cosas, lugares, olores y sensaciones. No sé de dónde provienen. Ojalá mi cabeza recordara esos 3 años de los que no hay rastro. Ojalá mi corazón deje de sentir este vacío, y ojalá que sea pronto. Quisiera estar ahí, quisier...