Octubre de 1995, Okinawa.
La familia había decido el viaje para celebrar a la pequeña Jihyo quien cumpliría 10 años ese mes y los 15 de su hermana Euny. Sus padres, su hermana y ella decidieron pasar unos días en Okinawa, Isla que Jihyo quería visitar desde verla en una novela que su madre sintonisaba por las noches.
Las olas del mar eran tranquilas, golpeaban las rocas y regresaban con calma al fondo. La brisa húmeda y cálida acogía perfectamente a la pequeña de ojos grandes y expresivos que tomaba la mano de su hermana.
El día pasaba deliciosamente en el mar, haciendo castillos de arena bajo una enorme sombrilla que cubría su cuerpo de quemaduras del sol. Su padre en el bar del hotel y su madre y hermana mayor dentro del mar, saltando olas con muchísimo bloqueador solar sobre sus brazos y rostros. Pasada la tarde y las olas aumentando en brusquedad junto a la brisa que arreció, la madre tomó a sus dos hijas y las llevó al cuarto para prepararse para la cena.
-¡Mamá! -gritó desde la regadera- Eun olvidó el shampoo -se quejó
-¿Qué? -preguntó mientras bajaba el volumen del televisor, creyó escuchar Eun y no Euny
-Que Jihyo ovidó el shampoo -gritó la mayor
La madre de Jihyo bajó el elevador en busca del esposo quien tenía las llaves del auto rentado. Habían olvidado bajar la maleta de artículos personales. Cruzó las puertas del bar en busca del ya envejecido cuero cabelludo color café claro y algunas canas, pero no tuvo éxito. Salió del bar y se dirigió a la recepción para pedir indicaciones e ir a comprar un maldito shampoo.
Justo a la salida en la puerta principal, una niña de cabellos café muy oscuro cayó de rodillas. Rápidamente la ayudó a levantarse y en dos segundos una señora de rasgos muy finos ya estaba a su lado.
-¿Te duele mucho? -miró directamente a las rodillas de la niña
-No, no duele nada -sonrió
El rostro de la otra mujer se suavizó y emitió media sonrisa, volteó e hizo una reverencia. La madre de Jihyo le regresó el gesto.
-¿Estás bien? -se dirigió a la niña de cabellos oscuros
-Sí, gracias -sonrió efusivamente, si hubiese sido Jihyo se habría puesto roja, no sonreiría así
-Gracias por ayudarla a levantarse -interrumpió la mujer
-Oh, no es nada -sonrió y miró a los ojos de aquella fina mujer
-Mi nombre es Dana y ella es mi hija Sana -sonrió mientras tomaba del hombro a Sana
-Mi nombre es Hyeun -sonrió para ambas
-Bueno, esperamos verte por aquí entonces
-Espero lo mismo. Adiós Sana, sé más cuidadosa ¿está bien? -la miró con ternura y casi en un segundo su cara cambió- Excelente -su rorstró denotaba una clara molestia y apuración
-¿Está todo bien? -pregunto Dana
-Necesito comprar shampoo y tiene que ser rápido, adiós
-Espera, te llevo -Hyeun se detuvo en seco y volteó
-¿De verdad? -miró a Sana y volvió a Dana
-Sí, cerca hay una tienda. Sana, cielo lleva las cosas al cuarto y date un baño, llegando bajamos a cenar ¿está bien? -sonrió
-Seguro, hasta luego señora Hyeo -hizo una reverencia
-Adiós Sana -respondió
En el carro, Hyeun solo pensó en lo despistada que había sido al olvidar bajar la maleta y después lo distraída que fue al no ir directo por el shampoo. Bajó y compró jabón corporal, shampoo, acondicionador, pasta dental y cepillos de dientes.
ESTÁS LEYENDO
Hypnosis. [SaHyo]
FanfictionDe vez en cuando recuerdo cosas, lugares, olores y sensaciones. No sé de dónde provienen. Ojalá mi cabeza recordara esos 3 años de los que no hay rastro. Ojalá mi corazón deje de sentir este vacío, y ojalá que sea pronto. Quisiera estar ahí, quisier...