Futuro.

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La mañana estaba aclimatada, pero Jihyo tenía muchísimo calor, y cómo no tenerlo si había estado corriendo desde que despertó. Era el primer día de trabajo en su nuevo consultorio. Estaba emocionada, pues las veces que daba consulta habían sido todas en el consultorio de su padre.

Llevaba meses arreglando un lugar dónde poder trabajar, los alquileres eran algo caros para su presupuesto de primeriza. Le comentó a su padre lo mucho que se estaba esforzando por conseguir un buen consultorio, hasta que un día sin aviso su papá le entregó unas llaves y un contrato.

-¿qué es esto? -dijo Jihyo confundida mientras levantaba la vista a su padre quien le había puesto los documentos y las llaves en un sobre amarillo justo detrás de su plato de cereal

-Ábrelo -su padre le sonrió

-¿es alguna clase de expediente sobre la señora Kim? -alzó la ceja a su padre- la última vez te dije que aunque tuviese mucha curiosidad, el acuerdo de confidencialidad dice que no puedes divulgar información sobre pacientes...-

-Ay Jihyo, por dios. Solo ábrelo ¿Cuándo dejarás de ser tan habladora? Nunca callas- dijo todo mientras la veía abrir el sobre y sacar primero los documentos. Jihyo los escaneó rápido y volteó hacia su padre, sonriendo

-Papá... Gracias -se levantó y lo abrazó fuertemente- entiendo lo que esto significa: dinero, tiempo, esperanzas sobre mí y prometo que no te haré dudar ni un segundo sobre mí. Te haré sentir orgulloso, pensarás que todos los gastos y el sufrimiento por el que has pasado por mi culpa, habrá valido la pena -su padre la abrazó para callarla y le besó la cabeza

-Ya estoy orgulloso de ti y claro que tengo esperanzas sobre ti. Quiero que trabajes duro y puedas vivir un día sin mí.

-No digas eso papá. Tú y yo siempre estaremos juntos de alguna manera -lo apretó contra su cuerpo

Ese día ya tenía programadas dos citas, quizá no eran muchas, pero la cuestión de adaptarse al lugar también le tomaría tiempo del día. Así que, aunque no fuesen muchas citas, con esas eran suficientes pues estaría ocupada de cualquier forma.

Corriendo por no llegar tarde al corporativo médico entró descuidadamente al lobby del recinto, en tacones y falda de medio largo color blanco. Colocó su tarjetón en el lector y las puertas se abrieron para ella. Tomó el ascensor y reincorporó su postura, presionó el nivel 3 y junto con más personas el ascensor comenzó a elevarse.

Bajó del elevador y caminó por el blanco y pulcro pasillo que la conducía al consultorio más pequeño, de hecho. En la esquina pegado al vitral, ahí se encontraba su consultorio. Jihyo lo había intentado arreglar con anterioridad, colocando su diploma y fotografía del día de su graduación. Puso además un sillón pequeño y unas cajas con material para niños en la parte de atrás. Aún tenía muebles por comprar y de momento utilizaba el escritorio de su cuarto.

Al entrar la luz creciente del sol le pegó en toda la cara, por lo que tan solo entrar se fue a cerrar las cortinas a la mitad. Abrió la ventana y se sentó a esperar. Faltaban 4 horas hasta su primer consulta y, aunque la primer hora la pasó viendo muebles por internet ya comenzaba a desesperarse. El aburrimiento le provocó hambre y entonces decidió salir del corporativo para ver si había negocios donde poder desayunar y de paso, conocer un poco mejor la zona.

Salió del edificio y vio que algunos médicos volvían con termos en sus manos, tomando café. La mayoría venía de la misma dirección. Intrigada, decidió caminar hacia aquel lugar donde se imagino una compañía de cafés muy conocida, o quizá un Dunkin' Donuts. Pero no, Jihyo se topó con un local pequeño, donde en la puerta había un letrero pegado "Café y té gratis, todos los días presentando tu ID de trabajador. De 7 a 8 am"

Hypnosis. [SaHyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora